Reportajes T13 denunció la noche de este martes que alrededor de 1.200 mujeres de la región del Biobío se realizaron mamografías con un centro médico que realizaron diagnósticos de cáncer falsos, como también, falsificaron la firma de 5 médicos que nunca trabajaron en el lugar.

Los hechos se remontan a 2022, cuando los municipios de la región, preocupados por las mujeres tras la pandemia, decidieron externalizar la realización de mamografías y ecografías mamarias.

Fue así que el centro médico Novakimen, se adjudicó la realización de los exámenes en 8 comunas del Biobío con una licitación de 46 mil millones de pesos. Operaron durante varios meses, sin embargo, no fue hasta que una matrona de un Cesfam en Talcahuano que comenzó a notar irregularidades en los exámenes que emitían. 

María Paz Reyes, matrona del mencionado recinto, aseguró que en varios exámenes de distintas pacientes "la descripción no tenía coherencia con la conclusión diagnóstica". 

La profesional llamó a una amiga tecnóloga para comentarle su hallazgo. Sospechaba que las mamografías realizadas podían esconder algo más que un simple error, por lo que se comunicó con el radiólogo que firmó los exámenes, Augusto Veloso. Al contactarlo, le dice que "nunca ha trabajado con la municipalidad de Talcahuano", por lo que había sido suplantado.

Además de los casos en Talcahuano, se sumaron en el Hospital de Cañete y los municipios de Concepción, Coronel, Contulmo, Lota, Curanilahue, Los Álamos. Eran en total 1.200 mamografías falsas.

En junio, la fiscal Anticorrupción, María José Aguayo, ordenó la detención del representante legal del centro médico, Roberto Ruiz, acusado de obtención fraudulenta de recursos públicos, usurpación de identidad, uso malicioso de instrumento público falso y de perjurio.

También fue detenida la médico general Carmen Martínez, por usurpación de identidad, perjurio y uso malicioso de instrumento público. Ella junto al doctor Audié Ferreira -que huyó del país apenas conocido el fraude- carecían de la especialidad para tomar dichos exámenes y por eso para validarlos, la secretaria del lugar incluía la firma digitalizada de cinco médicos que nunca autorizaron los documentos. 

La Fiscalía ha logrado entrevistar a más de 200 mujeres que han sido advertidas que deben repetir su examen, pero aún quedan mil que simplemente no saben que pueden padecer cáncer. 

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