La caída de un tren de carga en el río Toltén tras el desplome del puente ferroviario inmediatamente planteó la pregunta sobre los efectos medioambientales que podría tener el accidente.
Por lo mismo, desde el jueves por la noche funcionarios de la Armada de Chile se encuentran en la ribera del río tomando muestras de agua por la caída de los vagones cargados de sustancias químicas y combustibles.
Las muestras han sido extraídas en tres puntos del río (100 metros río arriba del lugar exacto del accidente, en el mismo lugar de la emergencia y 100 metros más abajo). El análisis se realiza a través de una sonda multiparamétrica que revisa el estado del agua.
El comandante Cristián de la Fuente, gobernador Marítimo de Valdivia, señaló que "la sonda permite medir la temperatura, la conductividad, el oxígeno y el PH del caudal para determinar posibles alteraciones que pueda sufrir producto de la supuesta presencia de sustancias químicas".
Según informó De la Fuente, de momento las muestras no han arrojado mayores alteraciones, "ni presencia de sustancias químicas en el agua, sólo mostrando alterados los niveles normales de conductividad, lo que podría atribuirse a la caída al cauce de aguas servidas provenientes de una cañería que sufrió daños producto del accidente".