El hombre, originario de Toledo, Ohio, había llegado a Cuba en 1957 para atrincherarse en las montañas de la isla junto a las tropas de Eloy Gutiérrez Menoyo, fundador del Segundo Frente Nacional del Escambray (SFNE), con el objetivo de apoyar el derrocamiento del dictador Fulgencio Batista.
La experiencia militar de Morgan tras su convulsionado paso por el ejército de Estados Unidos, lo convirtió en una de las cabezas militares de la revolución de la isla.
Morgan llegó a ser conocido en Cuba como el "Yanqui comandante", y junto al argentino Ernesto 'Ché' Guevara y el mismo español Guitérrez Menoyo, fue uno de los tres extranjeros que alcanzaron los grados de 'comandante'.
"Fuerza poderosa"
El SFNE era una guerrilla independiente de la Fidel Castro que operaba en las montañas centrales de Cuba.
Alcanzó a tener más de 1.000 hombres y fue determinante en el control de la zona central de la isla, que llevó a Batista a huir del país, el 31 de diciembre de 1958.
"Ciertamente fue una fuerza poderosa en la revolución, sobre todo en las montañas centrales", le dice a BBC Mundo Michael Sallah, periodista y coautor del libro sobre Morgan "The Yankee Comandante", que se presenta en Miami este fin de semana.
Sin embargo, las cosas cambiaron rápidamente y, en octubre de 1960, Morgan pasó del pedestal de héroes de la isla a los calabozos del antiguo fuerte colonial La Cabaña, convertido en prisión y centro de fusilamiento meses después de la victoria de Castro.
¿Por qué Cuba?
"Vio una oportunidad de ayudar a la gente que conoció mientras trabajaba en Miami, a los disidentes, miembros de la Cuba subterránea en la década de 1950, y decidió tomarla", explica Sallah, quien ha investigado la vida de Morgan durante casi dos décadas.
"Finalmente fue en Cuba donde encontró alguien a quien realmente amó y sobre todo una causa por la cual luchar…y al final encontró la redención en su muerte".
William Alexander Morgan nació en Ohio el 19 de abril de 1928. Creció en una familia de clase media católica y republicana.
Era carismático, brillante pero rebelde, según explica un extenso artículo sobre Morgan, del periodista David Grann publicado en el The New Yorker en 2012, citando testimonios de la familia y conocidos del estadounidense.
También era aventurero e indisciplinado. Saltó de colegio en colegio, entró y salió del ejército, del que finalmente tuvo una baja deshonrosa en 1950.
Fue llevado a la corte marcial, a prisión y trabajos forzados durante varios años tras haber abandonado el servicio sin permiso y luego haberle arrebatado el arma de un guardia para intentar salir una vez fue detenido.
Mito
Al salir de prisión en 1950, Morgan intentó adaptarse sin éxito.
Fue tragafuegos en un circo en la Florida; cobrador de deudas, guardia a la entrada de un bar y delincuente de poca monta para la mafia en su Toledo natal.
"Cuando finalmente fue a Cuba logró lo que no había sido antes", explica Sallah, que escribió el libro con el también periodista Mitch Weiss.
Al empezar a cosechar éxitos con el SFNE, Morgan empezó a volverse un mito en EE.UU..
Según cuenta Mike Sallah, su historia salió publicada en medios como Time, The New York Times y AP.
De acuerdo a la investigación de Grann, en 1959 el Servicio Secreto de EE.UU. inició una investigación sobre Morgan y recomendó que se tomará acción contra el hombre lo que condujo a que el Departamento de Estado le retirara su ciudadanía.
"Él amaba a su país, se le rompió el corazón cuando le quitaron la nacionalidad", dice Sallah.
"Romántico"
"Fúgate", le dijo William Morgan a su esposa Olga Rodríguez la última vez que lo vio, el 31 de diciembre de 1960, en los calabozos de La Cabaña.
La pareja se había conocido en el Escambray cuando él era comandante y ella una joven que cuidaba a los heridos en los campamentos del SFNE.
Olga venía de una familia campesina y pobre.
"Cuando me miró creyó que yo era hombre porque me había cortado el pelo cortico y lo tenía pintado de negro para poder huir", le cuenta a BBC Mundo desde Toledo, Ohio, Olga Goodwin, quien usa el apellido de su segundo esposo.
"Me quitó la gorra, me dio la mano, me abrazó con cariño… Yo me enamoré desde que lo vi… Era alto, precioso", recuerda.
Los Morgan se casaron en 1958 frente a un notario y tres testigos en un campamento en las montañas.
"Fue una boda muy bonita, dice Olga, William era muy romántico, me hizo una sortija de flores".
Inconforme
Una vez derrocado Batista, William y Olga Morgan se establecieron en el barrio el Vedado en La Habana.
William, que había manifestado varias veces su inconformidad con el giro político que estaba dando Castro hacia el socialismo, decidió establecer un criadero de ranas.
Olga se dedicaba a cuidar a las hijas de la pareja, Loretta y Olguita, y a ayudar como secretaria en la "ranera".
Pero el 17 de octubre de 1960 William no regresó a la casa.
Fue arrestado por miembros del gobierno y pocas semanas después fue llevado a La Cabaña.
El 31 de diciembre de ese año, después de que la llevaron a ver a su marido por última vez, Olga les ofreció a los policías chocolate caliente, cargado con somníferos, y huyó cuando se quedaron dormidos.
Ella se refugió en la residencia del embajador de Brasil con las niñas, pero fue arrestada por intentar rescatar a su marido el día de su fusilamiento, en marzo de 1961.
"Nunca fue un agente de la CIA"
Las investigaciones de Sallah, Weiss en su biografía, y la de Grann en su artículo de The New Yorker, indican que tras la revolución, Morgan sufrió una enorme frustración del rumbo que estaba tomando el gobierno de Castro.
"Se mantuvo siempre cercano a sus principios democráticos", explica Sallah. "Fue a Cuba a luchar por la libertad de un pueblo y no podía ver que ese pueblo perdiera esa libertad".
"Estaba planeado un levantamiento en las montañas del Escambray. Envió armas a sitios muy escondidos y secretos, para lo cual consiguió mucho apoyo", dice Sallah.
"Pero nunca fue un espía o agente de la CIA, ni siquiera de manera temporal. Esas acusaciones no son ciertas. Es una versión del gobierno de Castro para restarle su importancia histórica al SFNE en la revolución", enfatiza Sallah.
Por su parte Grann coincide en que Morgan nunca fue agente de la CIA y cita documentos desclasificados de EE.UU. que incluso dicen que había "objeciones enérgicas" para usar los servicios de Morgan.
El fusilamiento
El 9 de marzo de 1961, según relata Sallah, Morgan llegó al juicio entonando una canción tradicional del ejército de EE.UU.
La noche del 11 de marzo de 1961 el "Yanqui comandante" fue llevado frente a un pelotón de fusilamiento frente al que se negó a arrodillarse y fue baleado, primero en las rodillas para hacerlo caer.
Tras una gestión de varias décadas de la madre de Morgan, Loretta, y de Olga –quien pasó 12 años y medio en prisión y años después emigró a Toledo en EE.UU.- la ciudadanía de William Morgan le fue restaurada en 2007.
Ahora, más de cinco décadas después, su viuda todavía espera que el gobierno de Cuba mande de regreso los restos del "Yanqui comandante" para poderlo enterrar en Toledo.