Durante una conferencia del Partido Socialdemócrata alemán en Berlín, el vice canciller y ministro de Economía germano, Sigmar Gabriel, dijo este sábado (02.07.2016) que la salida de Reino Unido de la Unión Europea no puso en riesgo al bloque, y sugirió que es probable que los británicos vuelvan a la UE en una décadas más, teniendo en mente que la mayoría de los jóvenes que votaron lo hicieron por permanecer en el grupo.

Para Gabriel, el brexit no es irreversible. “Estoy seguro que históricamente este es un episodio más que una época”, señaló la autoridad, quien llamó a buscar el contacto con la juventud británica. “Ellos sabían mejor que los snobs de la élite británica que se trataba de su futuro. No debemos sencillamente levantarles los puentes levadizos”, argumentó el dirigente socialdemócrata.

Para facilitar las relaciones, incluso propuso ofrecer a los jóvenes británicos la doble ciudadanía. “Ofrezcamos también a los jóvenes británicos, que viven en Alemania, Italia o Francia, la posibilidad de poder seguir siendo ciudadanos de la UE”, reclamó. “Los jóvenes en Reino Unido son más listos que la extraña élite política”, agregó.

Bienvenida Escocia

En tanto, en una entrevista publicada en el diario Neue Osnabrücker Zeitung, Gabriel instó a que la UE sea expeditiva en el manejo de la salida británica, para evitar “imitaciones”. Asimismo, sostuvo que Londres debe ser tratado de forma justo, pero afirmó que “no sería aceptable que el gobierno británico pueda consultar sobre abandonar la UE y sus futuras relaciones con la UE y que a la vez pueda elegir lo mejor de ambas negociaciones".

El ministro alemán agregó que la UE aceptaría sin dudar a Escocia como miembro de pleno derecho si sale de Reino Unido y quiere unirse al bloque. Gabriel también criticó la enorme burocracia de la Unión y llamó a poner término a las políticas de ahorro que “destrozan Europa”. Para la autoridad, “Europa se divide entre los países que tienen bienestar, como Alemania, y aquellos que no logran salir de la crisis financiera de 2009”, explicó.

“Esta parte está furiosa con Bruselas y Berlín, porque siempre les exigimos ahorro, recortes en jubilaciones y salarios, así como reducciones en las prestaciones sanitarias. Por el contrario, muchos de los que viven en los países con bienestar, también en Alemania, desprecian la aparente falta de productividad de los sudeuropeos. Así no puede funcionar”, afirmó.

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