AFP

La Unión Europea (UE) convocó una cumbre de jefes de Estado y de gobierno y reveló el lunes un plan de acción para hacer frente a las tragedias en el Mediterráneo, después de que 800 personas murieran en el naufragio del domingo frente a las costas libias.

"Podemos decir que murieron 800 personas", declaró el martes Carlotta Sami, portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Italia, antes de que el vocero de la OIM, Flavio di Giacomo, confirmara esta estimación.

"Confrontamos los testimonios (de los supervivientes). Había poco más de 800 personas a bordo, entre ellos niños de 10, 12 años. Había sirios, unos 150 eritreos, somalíes", explicó Sami, quien añadió que estos "salieron el sábado a las 08H00 de Trípoli", capital de Libia.

La embarcación se habría ido a pique por un movimiento de la muchedumbre, cuando se aproximaba un buque portugués para socorrerlos, según este relato.

Los representantes de ambas organizaciones interrogaron a la mayoría de los supervivientes, que llegaron al puerto siciliano de Catania durante la noche. Dos de ellos fueron detenidos por la policía italiana, al sospechar que forman parte de la tripulación de la embarcación naufragada, indicó la policía.

Los guardacostas italianos anunciaron haber recuperado 24 cadáveres, pero no confirmaron por el momento el balance de pasajeros evocado por los 28 supervivientes.

Esta tragedia, la última de una larga serie que en solo una semana llevó a rescatar a 11.000 personas de un trágico fin, se vio agudizada el lunes por un nuevo llamado de auxilio que recibió la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) proveniente de una embarcación en dificultades.

El primer ministro italiano, Matteo Renzi, indicó que la guardia costera de su país lanzó un pedido de ayuda a los barcos mercantes para auxiliar a dos embarcaciones en dificultades cargadas con unas 400 personas en total.

La OIM había indicado horas antes que los guardacostas no tenían "los medios para socorrer" a estas embarcaciones debido a que estaban desplegados buscando sobrevivientes de la tragedia del domingo, que sucedió a unas 70 millas náuticas (120 km) de las costas de Libia.

El plan prevé aumentar los recursos financieros de la operación de vigilancia marítima Tritón e incrementar su cobertura geográfica (actualmente se limita a las aguas territoriales).

Tritón reemplazó en noviembre a la operación italiana Mare Nostrum, que llegaba hasta los límites de las aguas territoriales libias. Roma decidió poner fin a la operación por la falta de apoyo de sus socios europeos.

Bruselas también intentará capturar y destruir los buques utilizados por los traficantes, y buscará aumentar la cooperación con los países afectados por el fenómeno, indicó la Comisión.

El plan propone además un "proyecto de reasentamiento a nivel europeo y sobre una base voluntaria que ofrezca plazas para las personas que necesitan protección", un paso clave destinado a "redistribuir" a los migrantes en Europa, según el ministro de Interior alemán, Thomas de Maizière.

El objetivo de este programa, que fuentes diplomáticas cifran en hasta 5.000 plazas, es repartir la carga que representan los demandantes de asilo, principalmente para Italia, Chipre, Malta y Grecia.

Las reglas europeas actuales obligan al país al que llegan los inmigrantes a tratar sus solicitudes de asilo y, si éstas son rechazadas, a solventar su reenvío hacia los países de origen.

Este compromiso era hasta ahora rechazado por la mayoría de los Estados miembros que temen que, junto con las operaciones de rescate en el mar, creen un "efecto llamada" entre los candidatos a la emigración.

La UE también establecerá un "nuevo programa de retorno rápido" para los "inmigrantes irregulares", y ambiciona "actuar con los países vecinos" como Libia, sumido en un caos que facilita, según los ministros, la porosidad de sus fronteras.

Bruselas insta a formar un gobierno de unidad nacional de los dos parlamentos rivales en Libia, sumida en el caos desde que la intervención de Francia y Reino Unido ayudó a la oposición local a derrocar al líder libio Muamar Gadafi en 2011.

La estabilidad de Libia parece ser el único medio de frenar de forma duradera el flujo de inmigrantes. La UE promete un "apoyo" para cuando se forme este gobierno de unidad nacional. 

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