AFP

A tres semanas de las elecciones en Estados Unidos, el candidato republicano Donald Trump insistió el domingo en una conspiración de los medios para que gane su rival demócrata, Hillary Clinton, mientras su equipo intentaba moderar su mensaje.

"Las encuestas tienen poco margen, pero podrán creer que perdí una gran cantidad de mujeres votantes a raíz de hechos inventados que jamás ocurrieron. ¡Los medios amañan la elección!", escribió Trump el domingo en Twitter, luego de ser acusado por una decena de mujeres de haberlas acosado o abusado sexualmente.

El magnate tildó a Clinton y a su equipo como secretaria de Estado "la corrupta y su pandilla", criticó al programa de televisión "Saturday Night Live" por parodiarlo. El actor Alex Baldwin, quien hizo el papel de Trump en el programa, "apesta. ¡Los medios amañan la elección!", lanzó el candidato.

Desde que Clinton comenzó a ganar ventaja en los sondeos, Trump repite que las elecciones están arregladas, a pesar de que había dicho, tras el primer debate presidencial, que respetaría el resultado de las urnas. A fines de septiembre se retractó en una entrevista con The New York times y dijo "Vamos a ver qué ocurre. Vamos a tener que ver."

Ante las tensiones que han generado las declaraciones de Trump, incluso dentro del propio Partido Republicano, su compañero de fórmula, Mike Pence, intentó moderar su discurso.

"Aceptaremos absolutamente los resultados de las elecciones" del 8 de noviembre y la "voluntad del pueblo estadounidense", aseguró el candidato republicano a vicepresidente, en el canal de televisión NBC.

Las discrepancias dentro del propio equipo de Trump se volvieron más visibles aún unas horas más tarde cuando el candidato alegó que se cometerán actos de fraude electoral.

"La elección está absolutamente amañada (...) también en varios locales de votación", escribió el magnate de bienes raíces en Twitter, sin presentar prueba alguna de su acusación.

 El silencio de Hillary 

El sábado, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, expresó su discrepancia.

"Nuestra democracia depende de la confianza en los resultados electorales, y (Paul Ryan) está completamente seguro de que los estados van a celebrar la elecciones con integridad", señaló su portavoz, AshLee Strong.

La última encuesta nacional NBC/Wall Street Journal, publicada el domingo, le da una ventaja de 11 puntos a Clinton con un 48% de la intención de voto, contra 37% para Trump. Otro sondeo de ABC/Washington Post muestra una ventaja para la demócrata de cuatro puntos, con 47% para Clinton y 43% para el magnate.

Otro sondeo debería preocupar aún más a Trump: la encuesta "CBS News Battleground Tracker", que mide la relación de fuerza en una decena de estados clave y que muestra un claro cambio en el voto femenino en favor de Clinton. 

Según este estudio, 70% de las mujeres estadounidenses creen que Trump no respeta a las mujeres. 

Acorralado, el candidato republicano se muestra cada vez más agresivo.

Paralelamente, Clinton no ha hecho un solo comentario este fin de semana y no tiene previsto ningún anuncio en los próximos tres días: evidentemente la táctica es dejar que su rival se empantane solo en el caos de acusaciones que lanza.

Ella ha mantenido un perfil bajo mientras avanza en los sondeos a la espera del tercer y último debate entre los aspirantes a la Casa Blanca el miércoles en Las Vegas.

Pero quien espera transformarse en la primera presidenta de la historia de Estados Unidos sabe también que las extravagancias sexuales de su marido Bill Clinton, que el equipo de Trump no ha dudado en explotar, limita sus posibilidades de utilizar el escándalo que generó su rival republicano. 

Mientras la primera dama Michelle Obama condenó con vehemencia los dichos de Trump sobre las mujeres, Hillary Clinton se ha mantenido mucho más evasiva sobre este asunto.

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