De forma privada y sin aviso, este jueves el Presidente Donald Trump firmó una ley que permite a los estados retener los fondos fiscales de las organizaciones que proveen servicios de aborto y Planned Parenthood (el mayor proveedor de servicios reproductivos del país).

La ley es un cambio drástico de la Administración Obama que prohibía a los estados retener el dinero de los centros que realizan abortos, bajo el argumento de que estos centros también entregan otros servicios a la planificación familiar. 

Una gran parte del dinero fiscal que recibe Planned Parenthood, se va hacia la medicina preventiva, métodos anticonceptivos, test de embarazo y otros servicios de salud para la mujer. 

La ley también levanta cuestionamientos sobre el poder de Ivanka Trump en las políticas del presidente. 

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