Por Carole LANDRY
AFP
Seúl lanzó disparos de advertencia el lunes contra un barco patrulla norcoreano, nuevo incidente entre las dos Coreas luego de que Pyongyang lanzara un misil de largo alcance, hecho "condenado enérgicamente" por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Según el Ministerio de Defensa de Corea del Sur, un barco norcoreano cruzó en el mar Amarillo la frontera disputada por ambos países poco antes de las 07H00 (23H00 GMT del domingo). La nave "emprendió la retirada rápidamente tras los disparos de advertencia de la Marina surcoreana", afirmó un funcionario del ministerio.
Incidentes como este son bastante frecuentes entre las dos Coreas, que no tienen acuerdo sobre la ubicación de su frontera marítima en el Mar Amarillo, y rara vez conducen a algo más grave.
Pero Seúl se encuentra en alerta reforzada después del cuarto ensayo nuclear de Corea del Norte el 6 de enero y el lanzamiento del domingo, que generó indignación internacional.
Tras el lanzamiento, el Consejo de Seguridad de la ONU se comprometió a "aprobar rápidamente una nueva resolución", en preparación desde hace semanas, para endurecer las sanciones contra Pyongyang.
Los miembros del Consejo de Seguridad denunciaron las "peligrosas y graves violaciones" de las resoluciones de la ONU, que prohíben a Corea del Norte cualquier actividad nuclear o balística bajo pena de sanciones.
Pyongyang había anunciado este domingo la puesta en órbita de un satélite mediante un cohete, un lanzamiento condenado por la comunidad internacional que cree que se trata en realidad de un test de misil balístico intercontinental.
Pocas horas después del anuncio, Corea del Sur y Estados Unidos anunciaron el inicio de negociaciones para desplegar en territorio surcoreano el sistema antimisiles estadounidense THAAD, uno de los más modernos del mundo.
En Nueva York, la declaración del Consejo de Seguridad fue aprobada en una sesión de emergencia por sus 15 miembros, incluido China, el principal aliado de Pyongyang.
Para el embajador chino, Liu Jieyi, la resolución deberá "reducir la tensión, trabajar por la desnuclearización y el mantenimiento de la paz y la estabilidad, y promover una solución negociada".
Su homólogo ruso, Vitali Churkin, abogó por una resolución "razonable (...), que no conduzca al colapso económico de Corea del Norte", una de las obsesiones de Pekín.
El cohete despegó desde la base de Dongchang-ri, en el noroeste del país, hacia las 09h00 locales (00h30 GMT). El lanzamiento fue ordenado personalmente por el líder Kim Jong-un y "puso en órbita con éxito nuestro satélite de observación terrestre Kwangmyong 4", informó la televisión gubernamental.
La puesta en órbita del satélite no pudo ser confirmada, pero una fuente estadounidense de defensa dijo que al parecer "hubo algo que llegó al espacio".
Corea del Norte insiste en que el lanzamiento es parte de un programa espacial exclusivamente científico, pero muchos países lo consideran un ensayo camuflado para dotar al régimen de misiles intercontinentales capaces de transportar bombas atómicas hasta cualquier lugar del planeta.
Provocación
En Seúl, el teniente general Thomas Vandal, comandante del Octavo Ejército de Estados Unidos con sede en Corea del Sur, dijo en compañía de un funcionario surcoreano que era "hora de avanzar" en el tema del despliegue del sistema antimisiles THAAD.
"Se decidió abrir oficialmente negociaciones sobre la posibilidad de desplegar el sistema THAAD [Terminal High Altitude Area Defense] en el marco de los esfuerzos para reforzar la defensa antimisiles de la alianza Corea del Sur-EEUU", anunció Ryu Je-Seung, responsable del ministerio surcoreano de Defensa.
En Pekín, la portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Hua Chunying, manifestó su "pesar por la insistencia de la República Democrática Popular de Corea de realizar un lanzamiento de misiles pese a la oposición internacional".
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, "condenó con firmeza" el lanzamiento, y pidió a Corea del Norte que ponga fin a sus acciones "provocadoras". La Unión Europea acusó a Pyongyang de cometer una "nueva grave violación (...) de sus obligaciones internacionales".
También Rusia, Gran Bretaña y Japón condenaron el lanzamiento norcoreano, mientras que en un mensaje televisado la presidenta surcoreana Park Geun-Hey dijo que "el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debe adoptar rápidamente medidas punitivas severas".
El 6 de enero Corea del Norte realizó una prueba nuclear, también violando las resoluciones de la ONU.
Sin embargo algunos expertos dudan de la capacidad de Corea del Norte para amenazar el territorio de países como Estados Unidos, ya que lanzar un misil intercontinental es relativamente sencillo en comparación con la tecnología necesaria para el reingreso controlado en la atmósfera.