Los locales de comida rápida se destacan por entregar un servicio veloz y entregar la comida en el menor tiempo posible. Sin embargo, siempre suelen ocurrir situaciones que no dejan felices a los clientes.
Esto fue lo que le pasó a una mujer en Georgia, Estados Unidos, quien al hacer su pedido en un Mc Donald's y retirarse del lugar, regresó muy molesta reclamando que su porción de papas fritas estaba fría.
El enojo de Lillian Tarver fue tal, que ingresó nuevamente al local para exigir que le cambiaran su comida, acción que un empleado fue a hacer a la cocina, sin embargo la molestia de la clienta fue mayor e ingresó a la fuerza hasta donde estaban los cocineros y comenzó a disparar al suelo.
Ante esos hechos, el gerente del restaurante le otorgó un reembolso de la compra y le pidió que se retirara del lugar para que nadie resultara herido.
Tarver salió del recinto apenas recibió el dinero pero fue alcanzada por la policía de Garden City mientras conducía por Liberty Parkway.
Tras ser detenida, Lillian fue acusada de "un delito grave, robo a mano armada, asalto con agravantes, agresión, posesión de un arma de fuego durante un intento de cometer ciertos delitos graves y conducta imprudente", según consignó Newsweek.