Una camioneta quemada con dos cuerpos calcinados dentro, abandonada en medio de la nada.
Esa es la última pista de claso de los desaparecidos Dean Lucas y Adam Coleman, los dos surfistas australianos desaparecidos hace una semana en México.
Así lo han señalado las autoridades del estado en el que la camioneta fue hallada: Sinaloa, dominio del cártel de droga que lleva el mismo nombre y lidera el fugitivo más buscado del país, Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo.
El procurador de Justicia del norteño estado, Marco Antonio Higuera, confirmó este lunes que el número de serie del vehículo coincide con el que estaba registrado a nombre de Coleman en Alberta, Canadá.
Aunque aún no se sabe a quién corresponden los cadáveresencontrados en su interior.
La portavoz de la oficina de Higuera, Guadalupe Martínez, explicó que están totalmente calcinados y que hay que esperar los resultados de los análisis de ADN y de los registros dentales para identificarlos.
A por olas, de Canadá a México
En esa provincia canadiense, Alberta, había comenzado la que iba a ser la aventura de dos surfistas, tal como cuentan sus allegados.
Lucas y Coleman, ambos de 33 años, partieron de la capital Edmonton en una Chevrolet blanquiazul con un tercer amigo.
A este amigo lo dejaron en Las Vegas, Nevada (Estados Unidos), durante una escala en su viaje hacia el sur.
Así lo ha contado a varios medios la mexicana Andrea Gómez, la novia de Coleman.
El trayecto lo continuaron por la costa pacífica, haciendo trabajos puntuales que les ayudaran a hacer frente a los gastos.
El fiscal de Sinaloa informó que los jóvenes, ya en México, habían tomado el trasbordador que los llevó de La Paz, en Baja California, a Topolobampo, una ciudad portuaria sinaloense de unos 6.000 habitantes.
De acuerdo a Higueras, desembarcaron allí alrededor de las 10:30 de la noche del 20 de noviembre.
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Ese mismo día Josie Cox, la pareja de Lucas, recibió un mensaje de texto de su novio.
En él le decía que su compañero de viaje, Coleman, pretendía reunirse con su novia en la capital de Jalisco al día siguiente.
Esa fue la última noticia que ambas mujeres tuvieron de sus compañeros.
"Se suponía que iban a dirigirse a Guadalajara esa misma noche, pero nunca aparecieron", escribió Cox en su perfil de la red social Facebook el 27 de noviembre, al tiempo que hacía un llamado a quien tuviera cualquier información sobre ellos.
De la misma manera, cuando su novio no llegó a la cita, Gómez puso una alerta en las redes sociales.
Y según ha contado, la contactó un hombre que le dijo haber visto a los dos jóvenes el 20 de noviembre en una tienda 24 horas de Los Mochis, 23,7 kilómetros hacia el interior, la tercera ciudad más importante de Sinaloa.
Buscaban un mapa, le contó el hombre.
¿Pero qué ocurrió después?
¿Qué hacía la camioneta a nombre de Adam Coleman en Navolato, a 160 kilómetros al sur de Topolobambo, en el corazón rural de Sinaloa?
"Parada en el camino"
Andrea Gómez les habló del peligro, pero nunca pensó en que podría ocurrir algo fatal, dijo a la agencia AP.
"Mi hermano Dean y Adam llevan viajando 15 años, viviendo en países que muchos no consideran seguros pero haciendo lo que aman, siguiendo olas buenas y compartiendo el amor por viajar con otros", escribió en ese sentido Michelle Lucas, la hermana de Dean Lucas, en Facebook.
"Hablaban español, entre otras lenguas, e hicieron cosas que mucha gente no sería capaz de hacer en toda su vida", añadía.
"No eran ingenuos, no eran turistas. Eran viajeros".
El procurador de Justicia del estado, Marco Antonio Higuera, considera "posible que hubieran acampado camino a Guadalajara".
Y es que de Topolobampo a la capital de Jalisco hay un trayecto de 902 kilómetros por la costa del Pacífico.
Así que esa es la posibilidad que contempla también Josie Cox, la pareja de Lucas.
"Adam quería llegar a Guadalajara lo más pronto posible", dijo a los medios Cox, según recoge la agencia de noticias AFP.
"Supongo que cuando bajaron del transbordador era una hora inconveniente para dirigirse a Guadalajara... y quizá pararon a dormir o algo", añadió.
Aunque en Facebook señala que pudieron haberse tomado un tiempo para su pasión: "Son unos surfistas muy entusiastas y confiados; quizá fueron a una playa cercana en busca de olas".
"Dean también debía tomar un vuelo desde Los Ángeles, Estados Unidos, a Londres, Reino Unido, entre el 2 y el 3 de diciembre. Así que es probable que hubiera empezado a volver hacia EE.UU.", añadió.
Aún no han sido identificados los cuerpos hallados en la furgoneta calcinada. Perolos familiares de Coleman y Lucas se temen lo peor.
"Definitivamente no dudo que pasó algo, algo de por lo que deberíamos estar preocupados", reconoció Cox a la cadena de televisión estadounidense ABC.
"Todo señala que son ellos (los muertos del vehículo) porque la camioneta coincide", dijo Gómez a AP. Incluso "tenía una bicicleta".
Por ello, planea ir junto a Cox a Culiacán, para ver si pueden identificar los cuerpos.
Según los planes que le contaron a la agencia de noticias, Cox llegó este lunes a México, con los registros dentales de Coleman y cabellos que su novio le había dado.
La canciller australiana, Julie Bishop, también dijo que el gobierno de su país colabora estrechamente con la policía mexicana para esclarecer lo ocurrido.
Sin embargo, los familiares parecen tenerlo claro.
"Nuestro hijo nos ha dejado, pero vivirá por siempre en nuestros corazones", escribió la madre de Coleman, Zena Cattermole, en Facebook.
"Se ha ido a surfear una ola más grande. Siempre te echaré de menos".