Minutos de tensión se vivieron a raíz de la siesta que tuvieron dos pilotos en medio de un vuelo desde Nueva York a Roma.
Se trata de un hecho registrado el pasado 30 de abril y que fue revelado por el medio italiano La Repubblica, a raíz del despido del capitán de la empresa italiana ITA Airways.
Lo anterior a raíz de una investigación que reveló que se tomó una siesta en el vuelo transoceánico que piloteaba.
El vuelo AZ609, que volaba desde Estados Unidos a Italia, tenía a dos pilotos en el mando. El copiloto decidió tomar una siesta para un "descanso controlado", algo que no es castigado siempre que el capitán se mantenga despierto y localizable.
Fue ahí que se produjo la grave falta, dado que el capitán también se puso a dormir y dejó la aeronave en piloto automático.
10 fueron los minutos que la aeronave perdió comunicación con Tierra, por lo que autoridades francesas activaron una alerta y advirtieron a las autoridades italianas que podría estar registrándose un secuestro terrorista.
A raíz de esto, dos aviones militares de combate se prepararon para volar cerca del avión de pasajeros, para también monitorear lo que ocurría en la cabina del piloto.
El puesto de comando de ITA mandó señales a los pilotos a través de un sistema de enlace de datos digital para transmisión de mensajes cortos vía satélite y, tras minutos, se retomó la comunicación y se pudo concretar el aterrizaje.
Con los antecedentes, se decidió abrir una investigación, la cual describió que el capitán no cumplió el procedimiento ni al volar ni al aterrizar, puesto que se notaron inconsistencias en sus declaraciones, pues afirmó que los 10 minutos de incomunicación se provocaron por problemas con el sistema de comunicaciones.
Técnicos revisaron y probaron los sistemas a raíz del proceso de investigación y todos los equipos funcionaban sin problemas.
Por lo mismo, se pudo confirmar que tanto piloto y copiloto se tomaron una siesta, lo que derivó en el despido del capitán.