AFP

Los presidentes de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, y de Panamá, Juan Carlos Varela, firmarán el viernes un acuerdo para identificar a migrantes irregulares peligrosos, informó este jueves la Presidencia panameña.

Dicho acuerdo se firmará durante una reunión que sostendrán ambos mandatarios el viernes en el distrito panameño de Boquete, en la provincia de Chiriquí (Oeste), fronteriza con Costa Rica.

Este pacto permitirá un "intercambio de alertas migratorias e información de seguridad entre Panamá y Costa Rica", para "conocer detalles" sobre migrantes que "puedan constituir una amenaza a la seguridad" de ambos países, señala el comunicado.

De esa forma, las autoridades podrían limitar el desplazamiento de las personas consideradas peligrosas "a fin de prevenir la delincuencia y la actividad criminal, ya sea nacional, regional o trasnacional", añade la nota.

Para la cita con Varela, Solís llegó este jueves al aeropuerto Enrique Malek de la ciudad de David, capital de Chiriquí, donde fue recibido por el vicecanciller de Panamá, Luis Miguel Hincapié.

"Estamos coordinando muy estrechamente agendas que se vienen trabajando hace varios meses, y concordé con el presidente Varela en que era un buen momento para darle impulso a esos procesos", dijo Solís antes de llegar a Panamá.

"(Vamos) a hacer un análisis de las tendencias de flujos migratorios y estimular a los cuerpos de seguridad para que continúen trabajando muy estrechamente en el combate al crimen organizado", añadió Solís.

Según el presidente panameño, cada año más de 30.000 migrantes procedentes de países suramericanos cruzan Panamá con la intención de llegar a Estados Unidos, pero muchos quedan varados en este país o en Costa Rica debido a que Nicaragua les cerró el paso por su territorio.

Varela dijo este jueves que en la zona selvática del Darién, fronteriza con Colombia, hay ocho centros para migrantes irregulares, en los que hay entre 3.500 a 4.000 personas, es su mayoría haitianos.

"Los pasos formales están cerrados para la migración irregular, pero los pasos informales son muy difíciles de controlar porque es una frontera (la de Darién) en un área de selva", dijo Varela.

De acuerdo al mandatario, las autoridades panameñas están tratando de convencer a los migrantes haitianos de que, ante la decisión de Estados Unidos de deportarlos, "regresen a Haití o vean otros países como opciones", sostuvo Varela.

El presidente panameño sostendrá una reunión con su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, el próximo 25 de octubre para tratar también sobre migración.

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