Por AFP-T13.cl
Organizaciones sociales y sindicales de Argentina se movilizaron este jueves frente al Congreso para manifestarse contra una reforma que recorta aumentos a los jubilados. Los disturbios -también dentro del hemiciclo- obligaron a suspender finalmente la sesión que se disponía a tratar la polémica ley.
El presidente Mauricio Macri contaba con la cantidad necesaria de votos para sacar adelante uno de los proyectos clave de su gobierno, pero la violencia en las calles, los gases lacrimógenos y los tiros de pelotas de goma forzaron a aplazar el debate y la votación hasta la próxima semana.
La Confederación General del Trabajo (CGT), la mayor de las centrales obreras del país, llamó el miércoles a sus organizaciones de base a marchar al Parlamento, y amenazó con una huelga para el viernes si se aprueba la ley.
El miércoles, decenas de miles de personas se manifestaron en contra de la reforma previsional y laboral, dos proyectos clave para el gobierno del presidente de centroderecha Mauricio Macri, que necesita reducir el fuerte déficit fiscal y los incluyó en las sesiones extraordinarias de diciembre.
"No se puede votar esta ley. Es una injusticia que no puede pasar. Le están metiendo la mano en el bolsillo a los jubilados, y también reducen la asignación universal por hijo", un beneficio instaurado por los gobiernos precedentes, declaró el diputado opositor José Luis Gioja al llegar al Congreso.
El punto más polémico de la reforma previsional es el cambio en la fórmula para calcular el aumento de las jubilaciones, que pasará a ser trimestral pero tomará en cuenta solo el índice de inflación oficial.
Desde 2009, se aplica un incremento automático semestral, que además del costo de vida, traslada el aumento de la recaudación tributaria a favor de los jubilados.
La CGT se sumó a la convocatoria de las otras centrales obreras y de partidos opositores para la hora de inicio de la sesión parlamentaria, a las 14H00 locales (17H00 GMT).
Es improbable que los manifestantes puedan llegar hasta el Congreso, por las vallas metálicas colocadas en todas las arterias a 200 metros a la redonda, mientras centenares de gendarmes, prefectos y policías pertrechados están apostados para impedirles el paso.
Ante la creciente resistencia que despierta en la oposición dividida el proyecto de reforma jubilatoria, que ya cuenta con la aprobación del Senado, el gobierno apuró su tratamiento en Diputados, previsto en un primer momento para la semana próxima.
El gobierno, que cuenta con 108 diputados propios, confía en lograr el quórum necesario de 129 diputados sobre 257 para iniciar la sesión, pero aún es incierto si contará con los votos suficientes para aprobar la ley.