La madrugada del pasado miércoles, Alessia Pifferi, de 37 años, encontró el cuerpo sin vida de su hija Diana, de 18 meses, luego de dejarla seis días sola en su casa.
"Sabía que podía pasar", dijo la mujer, quien vivía junto a la niña en un departamento ubicado en Via Parea, en la zona de Ponte Lambro de Milán, Italia.
De acuerdo a lo que han señalado medios italianos, Pifferi se había ido para pasar un tiempo con su pareja en otra ciudad. A la pequeña la dejó limpia, con su mamadera sobre un catre de camping.
Tras esto, el pasado viernes 15 de julio viajó a Leffe, en Bérgamo, para encontrarse con su novio, a quien le mintió diciéndole que había enviado a la niña con su hermana a la playa.
Cuando llegó, seis días después, Alessia encontró el cuerpo de su hija sin vida e inmediatamente le pidió ayuda a un vecino para que llamara a la policía y la ambulancia.
La mujer fue detenida y tras admitir su responsabilidad en el hecho, se la encontró inmediatamente culpable de homicidio voluntario agravado con premeditación. Poco después, el departamento de policía de Ponte Lambro brindó detalles de la escena del crimen.
El fiscal Francesco De Tomassi fue categórico en relación a las causas del fallecimiento de la niña: "Murió de hambre y sed".