AFP
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció este domingo una reestructuración de la cúpula de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), según dijo para combatir la "corrupción incubada" en la principal empresa del país.
"Inicié consultas para conformar una nueva junta directiva que se ponga al frente de Pdvsa con espíritu de trabajo, para ir a un proceso de recuperación profunda (...) Hay que ir a sanear toda esa corrupción incubada ahí. Pido apoyo a la clase obrera", dijo Maduro en su programa televisivo dominical, difundido desde el estado Bolívar (sur).
Inicié consultas para conformar una nueva junta directiva que se ponga al frente de Pdvsa con espíritu de trabajo, para ir a un proceso de recuperación profunda
Si bien ratificó en el cargo al presidente de la compañía, Eulogio Del Pino, el mandatario creó una vicepresidencia ejecutiva que estará a cargo de la vicealmirante Maribel Parra, de 52 años.
Maduro también creó varias vicepresidencias, como la de Explotación y Producción, a cargo del ingeniero Nelson Ferrero; la de Refinación, en manos de Guillermo Blanco, y la de Finanzas, que delegó a Simón Zerpa.
"Esta tiene que ser una nueva generación de gerentes revolucionarios que vayan a trabajar con la clase obrera", instó el presidente. Venezuela, socio de la OPEP, posee las mayores reservas de petróleo del mundo.
La canciller Delcy Rodríguez también tendrá responsabilidades dentro de Pdvsa, pues fue designada vicepresidenta de Asuntos Internacionales.
Además, se creó una vicepresidencia de Comercio y Suministro, a cargo de Ismael Serrano, y varias nuevas direcciones.
"Lo más acertado (...) es que los voceros fueron elegidos por los trabajadores. Ya estamos en el proceso de reestructuración, con más de 63.000 propuestas que van a ser revisadas", dijo Del Pino durante la transmisión del programa.
Maduro ha admitido en varias ocasiones que la corrupción y la ineficiencia son algunos de los principales enemigos de la revolución socialista fundada por su antecesor, el fallecido Hugo Chávez (1999-2013).
El gobernante enfrenta una aguda crisis política y económica que pulverizó su popularidad, al punto que ocho de cada diez venezolanos reclaman un cambio de gobierno, según encuestas privadas.
La industria petrolera constituye el corazón de la economía de Venezuela, que obtiene 96% de sus divisas de las exportaciones de crudo, e históricamente dependiente de las importaciones.
La caída de los precios del oro negro agravó la debacle económica, lo que sumado a la postración del aparato productivo genera una aguda escasez de alimentos y medicinas.
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