AFP.

Las dos Coreas acordaron sostener el domingo una segunda ronda de negociaciones de alto nivel para desactivar la escalada militar entre ambos países, tras haber intercambiado en días pasados disparos en la frontera.

El portavoz de la presidencia de Seúl, Min Kyung-Wook, informó que ambas partes acordaron en la madrugada del domingo hacer un receso, tras más de 10 horas de discusiones y que programaron una reunión a las 15H00 hora local (06H00 GMT), con el objetivo de "aplacar las diferencias". 

El encuentro, organizado en la localidad fronteriza de Panmunjon, había empezado después de que expirara un ultimátum de Corea del Norte, que había amenazado a su vecino con una "guerra total" si no cesaba sus operaciones de propaganda mediante altavoces.

Corea del Sur reanudó su guerra propagandística - una práctica que ambos países suspendieron en 2004 - en represalia a un ataque con minas antipersona en la que dos de sus soldados que patrullaban en la zona desmilitarizada (DMZ) resultaron heridos a principios de agosto. Seúl acusa al Norte de haber colocado dichas minas.

La puesta en servicio de los altavoces en la frontera provocó la ira de Pyongyang, que niega su implicación en las explosiones. La escalada de tensión desembocó el jueves en un intercambio de disparos de artillería entre los dos enemigos.

El Sur estaba representado en los diálogos por el ministro de Unificación Hong Young-Pyo y el director de la Oficina Nacional de Seguridad Kim Kwan-Jin.

Corea del Norte envió a sus oficiales militares de más alto rango, Hwang Pyong-So --considerado el número dos del régimen--, y el secretario del Partido de los Trabajadores Kim Yong-Gon, que está a cargo de las relaciones con su vecino del sur.

Las tropas de ambos países estaban en alerta máxima desde que Pyongyang lanzó su ultimátum.

"Hemos llegado al alba de una guerra y la situación es irreversible", había llegado a declarar el ministro norcoreano de Relaciones Exteriores en un comunicado difundido a primera hora de la mañana.

Estados Unidos reiteró por su parte su compromiso con Corea del Sur, en palabras del jefe del Estado Mayor, el general Martin Dempsey.

Aviones estadounidenses y surcoreanos realizaron ejercicios de simulación de bombardeos a media jornada.

Estados Unidos tiene 30.000 efectivos militares permanentemente en Corea del Sur.

Miles de civiles surcoreanos se instalaron en refugios subterráneos por precaución.

Relativizar las amenazas

"Ambas partes mantuvieron conversaciones abiertas sobre la manera de resolver las tensiones recientes y, de paso, mejorar las relaciones", informó Min.  

Los expertos tienden a relativizar los anuncios belicosos que Pyongyang acostumbra lanzar y, aunque el riesgo de escalada siempre existe, algunos ven más bien una enésima provocación del régimen norcoreano.

"A la vista de sus métodos de negociación en el pasado, la probabilidad de que ejecuten su amenaza parece escasa", estima James Kim, del Instituto Asan de estudios políticos de Seúl.

Pero al mismo tiempo, reconoce que no es fácil adivinar las intenciones del líder máximo norcoreano, Kim Jong-un, y las posibilidades de un ataque no podían excluirse del todo.

Sin embargo, los expertos habían señalado que es difícil un acuerdo, ya que Seúl no tenía intención de ceder a las demandas de su vecino y se negaba a apagar los altavoces que difunden a todo volumen mensajes de propaganda en la frontera, mientras que Pyongyang se niega a disculparse por los ataques. 

"Obviamente ha sido difícil, pero el hecho que hayan acordado reunirse nuevamente es algo bueno", destacó el académico Yang Moo-Jin, profesor de la Universidad de Estudios sobre Corea del Norte, con sede en Seúl. 

"Es aún más alentador que además de discutir sobre cómo superar la crisis actual, también se aborde el tema del desarrollo de las relaciones entre ambas Coreas en el futuro", explicó Yang a la AFP. 

Estados Unidos, la Unión Europea y la ONU han manifestado su preocupación por la situación. China, principal apoyo de Corea del Norte, lanzó también llamados a la calma. 

Los dos países siguen técnicamente en guerra desde hace 65 años ya que la contienda de la península de Corea (1950-53) acabó con un simple alto el fuego, que nunca fue formalizado por un tratado de paz.

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