Chelsea Manning salió esta madrugada de la cárcel militar de Fort Leavenworth, donde estuvo los últimos siete años cumpliendo una condena por ser encontrado culpable por la mayor filtración de documentos diplomáticos y militares secretos de la historia de Estados Unidos.

Aunque arriesgaba una pena de 90 años, en 2013 fue finalmente sentenciada a 35 años de cárcel. En enero pasado, sin embargo, en una de sus últimas decisiones como presidente, Barack Obama, le redujo la sentencia a siete.

Cuando entró a prisión lo hizo como Bradley; la deja como Chelsea y el objetivo de completar su proceso de transición a mujer trangénero.

Privada de libertad, se le permitió continuar con el tratamiento hormonal necesario, pero no vestir como mujer. Se trataba de un centro penitenciario para hombres, por lo que debió vestir y llevar el pelo como tal, con un largo no superior a los cinco centímetros. Sólo le permitían llevar ropa interior femenina

La situación generó que Manning intentara suicidarse en dos ocasiones, motivando la campaña de sus abogados por conseguir el indulto presidencial, aduciendo que no sería capaz de permanecer ahí hasta 2045, como lo señalaba su pena.

Una vez anunciada su liberación, Donald Trump mostró su oposición a la medida con un tuit donde la tildaba de "traidora desagradecida".

"La libertad es algo con lo que solía soñar, pero nunca me permití imaginarlo totalmente (...) Ahora, la libertad es algo que voy a experimentar de nuevo con amigos y seres queridos después de casi siete años detrás de las rejas, de periodos de confinamiento solitario y restricciones a los cuidados de salud y autonomía, incluida la rutina forzada de cortarme el cabello", escribió.

La revista Vanity Fair describió su ritual diario durante estos siete años. 

"Su alarma sonaba todos los días a las 4.30 de la madrugada. En su celda de siete metros cuadrados en Fort Leavenworth, Kansas, Manning se despertaba y realizaba la misma rutina cada día: se ponía un poco de maquillaje, se vestía con el uniforme –bajo el que podía llevar ropa interior femenina–, y esperaba a que el resto de presos empezaran a salir de sus camas para empezar la jornada".

Activista transgénero

Con 29 años, Manning se ha transformado en una activista de los derechos de los LGTBI, especialmente de los transgénero.

"La primera cosa que Chelsea dice siempre cuando hablamos acerca de su libertad es que quiere regresar a la comunidad transgénero, para luchar por mucha gente trans, gran parte mujeres de color trans, que están en custodia, para seguir conectada con la gente joven que es trans", le comentó a la AFP Chase Strangio, un abogado de la ONG American Civil Liberties Union.

Su mayor logro al respecto hasta ahora es el que obligó al Ejército a darle su tratamiento hormonal, mientras que su historia fue fundamental para que en 2016 el Pentágono eliminara la ley que prohibía a los transgéneros a ingresar a las fuerzas armadas.

Su experiencia de vida nunca fue sencilla y ha servido de ejemplo para muchas personas, que se lo han agradecido a través de mensajes a su cuenta en Twitter. Tras el divorcio de sus padres alcohólicos, vivió con su madre en Gales, quien de acuerdo a la agencia AFP "reprimía su inclinación sexual y se burlaba de sus maneras afeminadas". 

No se conocen imágenes de su actual apariencia, la que comenzó a cultivar a partir de febrero de 2015, cuando subió a la red social de los 140 caracteres la última foto de su "antiguo yo", la que aún aparece como avatar en su perfil en la red social.

La filtración

Chelsea Manning, entonces Bradley, llegó a Irak a finales de 2009 como un analista de inteligencia, por lo que tenía acceso a información clasificada. Su decisión de hacer públicos 700 mil documentos a través de WikiLeaks se debió a que consideró que el público recibía informes sesgados de lo que realmente ocurría en la guerra en ese país, en Afganistán y sobre otros asuntos que involucraban a Washington.

"En contraste con los sólidos y complejos briefings que hacíamos sobre el terreno, las noticias que llegaban al público estaban llenas de nubladas especulaciones y simplificaciones (...) ¿Cómo los que toman las decisiones al más alto nivel pueden decir que el público estadounidense, o incluso el Congreso, apoyaban el conflicto cuando no sabían ni la mitad de la historia?", contó.

Entre la información liberada a través de un CD caratulado como un disco de música estaban un video de un ataque a civiles en Bagdad en el que murieron dos reporteros de la agencia Reuters, los abusos cometidos por militares en la prisión iraquí de Abu Ghraib, reportes sobre prisioneros retenidos ilegalmente en la cárcel de Guantánamo y las estadísticas que mostraban que el saldo de civiles muertos superaba ampliamente el de las versiones oficiales.

Manning fue apresada luego que un hacker llamado Adrian Lamo, al que le confidenció sus actos, la delatara al Departamento de Defensa estadounidense y publicara los mensajes entre ambos en la revista Wired.

La liberación de Manning no fue publicitada, pese a que los medios la esperaban a la salida de Fort Leavenworth. El Ejército, del cual sigue como empleada y recibiendo seguro médico, había anunciado que no realizará ninguna conferencia de prensa. Se cree que se mudará con una tía en Washington y que para iniciar esta nueva vida utilice parte de los 130 mil dólares que se han recaudado en una serie de campañas en su nombre, como la del disco "Hugs for Chelsea" ("Abrazos para Chelsea"), en el que participó Michael Stipe (cantante de R.E.M.), Tom Morello (Rage Against de Machine) y Thurston Moore (ex Sonic Youth).

"Por primera vez, puedo ver un futuro por mí misma como Chelsea. Puedo imaginar sobrevivir y vivir como la persona que soy y finalmente puedo estar afuera en el mundo", escribió hace poco. 

La nueva vida de Chelsea Manning recién comienza. Seguramente, no será nada parecido a la que tuvo hasta ahora.

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