AFP

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, pidió este martes al gobierno británico "clarificar lo antes posible" la situación tras el Brexit, afirmando que la UE no puede instalarse en "una incertidumbre prolongada".

El primer ministro británico, David Cameron, "es un amigo a pesar del voto", agregó, precisando que se reuniría con él antes de la cumbre de jefes de Estado y de gobierno que comienza esta tarde en Bruselas para pedirle "clarificar la situación".

"Lamento el voto de los británicos", añadió insistiendo en que el Reino Unido "clarifique su decisión".

"No hoy ni mañana, pero no debe instalarse una situación de incertidumbre prolongada", repitió en una alocución ante el pleno del Parlamento Europeo, reunido en sesión extraordinaria, que debe adoptar una resolución no vinculante en la que insta a Londres a iniciar "inmediatamente" el proceso de ruptura.

Juncker indicó que había prohibido a todos los comisarios europeos "discutir con los representantes británicos" y cualquier "negociación secreta".

"Estoy totalmente en contra, no es posible (...) comenzar negociaciones secretas informales", afirmó.

"Sin notificación no hay negociación", zanjó, en sintonía con la posición adoptada el lunes por Alemania, Francia e Italia de empezar las negociaciones con Londres solamente una vez que el gobierno británico notifique formalmente su decisión de salir de la Unión Europea.

"Los que nos observan desde lejos están inquietos. Se interrogan sobre el camino que va a tomar la UE. Debemos avanzar hacia objetivos comunes", clamó, haciéndose eco de la preocupación con la que el mundo mira el proceso desde el referendo del jueves pasado.

"No hay que cambiar lo esencial y lo esencial es que Europa siga siendo un proyecto de paz y un proyecto de futuro", añadió.

Juncker, de 61 años, ferviente defensor de una Unión Europea federal, subrayó que no está "cansado ni enfermo como escriben los periódicos alemanes. Sigo siendo lo que soy: voy a combatir por una Europa unida hasta mi último aliento".

Durante su discurso, Juncker respondió a las ironías del antieuropeo británico Nigel Farage, cuyo escaño preside una bandera británica, preguntándole "¿Qué hace aquí?", "esta es la última vez que aplaude en este recinto".

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