Matsuri Takahashi, de 24 años, se suicidó pocos meses después de ingresar a la firma de publicidad Dentsu, donde trabajaba hasta 105 horas extra al mes.

La familia de la joven denunció que la empresa la había obligado a anotar menos horas de las trabajadas en realidad. En muchos casos su registro muestra que trabajó 69,9 horas a la semana, dentro de las 70 permitidas, cuando la verdadera cifra era mucho mayor.

Tadashi Ishii, presidente del gigante nipón de la publicidad, la compañía Dentsu, dijo que asumía la responsabilidad por el fallecimiento de la joven y que haría efectiva su renuncia en la próxima reunión de la junta directiva en enero.

Las muertes por exceso de trabajo en el país asiático son un problema de tal magnitud que existe un término específico para describirlas: "Karoshi".

Takahashi se suicidó el día de Navidad en 2015 tras siete meses trabajando en Dentsu, y había dejado constancia de las duras condiciones de trabajo en su cuenta de Twitter, donde detallaba jornadas de hasta 20 horas diarias.

La joven había ingresado a la empresa en abril de 2015. En octubre su carga de trabajo se había disparado, hasta el punto que solía llegar a casa a las cinco de la mañana luego de trabajar día y noche.

La trabajadora acabó saltando el día de Navidad del balcón de la habitación que ocupaba en una residencia de la propia compañía. Dejó una nota para su madre que rezaba: "Eres la mejor mamá del mundo. ¿Pero por qué todo debe ser tan difícil?

Semanas antes de su muerte había escrito un mensaje en redes sociales donde señalaba: "Quiero morir". En otro mensaje señalaba: "Estoy física y mentalmente destrozada".

Ni un día libre en 17 meses

Al anunciar su dimisión, el presidente de Dentsu señaló que "jamás debieron haberse permitido estas cantidades excesivas de trabajo".

Ishii admitió que trabajadores de Dentsu aún trabajan más de 80 horas extra por mes.

"Lamento profundamente no haber prevenido la muerte de nuestra joven trabajadora por exceso de trabajo y ofrezco mis sinceras disculpas", afirmó Ishii.

La muerte de la joven no fue el único caso de muerte por exceso de trabajo, denominada en Japón "karoshi". Las autoridades establecieron que el fallecimiento en 2013 de otro trabajador de 30 años de la misma compañía se debió al mismo motivo.

Y el Ministerio de Trabajo ya había pedido a Dentsu que cambiara sus prácticas de trabajo luego del suicidio de otro empleado, Ichiro Oshima, de 24 años, en 1991, por una carga de trabajo excesiva.

Funcionarios del Ministerio de Trabajo hicieron una redada Dentsu en noviembre para investigar sus prácticas laborales.

La muerte de Oshima fue la primera en Japón que fue oficialmente atribuida a trabajo excesivo. El joven no había tenido un solo día libre en 17 meses, y solía dormir en promedio apenas dos horas por noche.

Aun así la empresa argumentó ante la justicia en 1997 que el suicidio se había debido a "problemas personales"

Práctica sistemática

El Ministerio de Trabajo nipón había anunciado esta semana que llevaría a la empresa Dentsu a la justicia por la muerte de Matsuri Takahashi.

Matsuri Takahashi abandonaba a veces su trabajo en la sede de Dentsu en Tokio a las 5 de la mañana, luego de haber trabajado día y noche.

Las autoridades señalaron que la compañía incumplió las leyes laborales y por tanto tiene responsabilidad legal en la muerte de la joven.

El gobierno concluyó tras una investigación que la muerte de la joven se había debido a trabajo excesivo.

Y el mes pasado las autoridades realizaron una redada de la empresa para obtener información sobre sus prácticas laborales.

La compañía comenzó a apagar las luces a las 10 de la noche, pero este miércoles Dentsu reconoció que másde 100 trabajadores aún hacían más de 80 horas extra al mes.

Más de 2.000 suicidios por "karoshi"

El caso de la Takahashi ha reavivado el debate sobre el karoshi y llevó al gobierno a aprobar esta semana un paquete de medidas destinadas a prevenir nuevas muertes.

Hay más de 2.000 suicidios al año en Japón por trabajo excesivo o karoshi. Fujie Sugiyama sostienen la foto de su hijo Takanori, declarado víctimas de karoshi en 2007 tras una investigación.

La sociedad japonesa valora estilos de vida de extrema dedicación al trabajo.

Más de 2.000 personas al año se suicidan por estrés relacionado al trabajo excesivo, según cifras oficiales.

Ejecutivos dormidos mientras esperan el tren de regreso a casa. El trabajo excesivo es una práctica endémica en Japón.

Pero la cifra de muertes por problemas de salud como fallas cardíacas o accidentes cerebrovasculares por cargas de trabajo excesivas puede ser mucho mayor.

El gobierno presentó un informe sobre karoshi en octubre, en el que señaló que un sondeo de compañías reveló que en el 22,7% de las empresas encuestadas algunos de los empleados trabajaban más de 80 horas extra cada mes.

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