La intervención de Rusia en Siria tomó al mundo por sorpresa, al punto que Washington sólo supo del primer bombardeo cuando Moscú se lo notificó, una hora antes del mismo.

Era además la primera vez que el presidente ruso, Vladimir Putin, ha desplegado sus fuerzas más allá de las antiguas fronteras de la disuelta Unión Soviética.

Se trata, al mismo tiempo, de otro paso dramático en su política exterior de línea dura.

Y el Estado Mayor ruso ya ha destruido más de 450 objetivos de Estado Islámico durante su operación en Siria.

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Pero el secretario de prensa del presidente Barack Obama ha descrito la acción de Rusia como un episodio "motivado por la debilidad" y no por la fuerza.

¿Tiene razón la Casa Blanca?

BBC les presenta a cuatro expertos que analizan las tácticas de Putin y el argumento de Washington.

William Courtney: Moscú es débil

El diplomático estadounidense William Courtney trabajó por primera vez en Moscú hace 30 años.

Fue embajador de Estados Unidos en Kazajstán y Georgia y después asesor especial del presidente Clinton sobre Rusia y ahora es un miembro de la consultora de análisis de política internacional RAND Corporation.

La intervención en Siria provocó manifestaciones a favor y en contra de la política exterior de Putin.

"Las acciones de Rusia están motivados por la debilidad", es su valoración.

"Moscú había contado tradicionalmente con Siria, Irak, Irán y Libia, pero en los últimos años Occidente sacó del poder a Gadafi y Sadam, y ahora, con el acuerdo nuclear de Irán, los rusos tienen menos expectativas sobre el futuro de su relación especial".

"Así que en el Medio Oriente, de los cuatro aliados tradicionales, Bashar al Asad es el único que queda", afirma el analista.

Courtney cree que Rusia se ve a sí misma como una gran potencia, pero considera que la erosión de su influencia en el Medio Oriente desafía esa imagen.

"En la historia rusa, desde el período zarista, el concepto de Rusia como una gran potencia ha sido muy importante para la cultura política. Una gran cantidad de rusos estaban dispuestos a sacrificar su propia mejora personal para que Rusia pudiera ser un poder más fuerte", explica el consultor.

"Y el Medio Oriente es el último lugar en el que Rusia puede jugar el papel de superpoder más allá de su propio barrio", agrega.

Hannah Thoburn: Las personas gravitan hacia un líder decisivo

Hannah Thoburn estudia la política de Europa del Este en el Instituto Hudson de Washington DC.

"Yo lo veo como oportunismo. Todos han visto la indecisión de los EE.UU. y los aliados transatlánticos y Europa ha estado en una posición muy difícil en los dos últimos años. Todos han visto a los Estados Unidos retroceder en Siria", es la lectura de Thoburn.

Thoburn cree que Putin está aprovechando las dudas de EE.UU. para mostrarse decisivo en Siria.

"El hecho de que Vladimir Putin tenga el coraje para aprovechar todo esto para tomar una decisión como la que tomó es muy beneficioso para sus objetivos. Las personas gravitan hacia un líder decisivo, incluso si, en retrospectiva, esas decisiones puedan estar equivocadas", dice la analista.

De acuerdo a la explicación de Thoburn, las visitas del primer ministro israelí Netanyahu, del presidente turco Erdogan y del líder iraní Qasem Soleimani a Moscú son señal de que Putin trata de reescribir el "contrato social que tienen con el pueblo ruso".

"Hace diez años la idea era 'mire, usted me da rienda razonablemente libre de hacer lo que me parezca en este país, y usted va a ver crecer su nivel de vida'", explica.

"Pero ahora, él está diciendo: 'La otra cosa que queremos es ver un gran Rusia en la escena de nuevo. Ya no seremos humillados en el ámbito internacional'".

"'Pero para hacer eso voy a pedirle que dé un poco de la ganancia financiera que usted ha conseguido en los últimos 10 a 15 años para el bien mayor. Por la grandeza de Rusia'", explica.

Y Thoburn cree que este razonamiento de Putin "está funcionando".

Andrei Kolesnikov: Rusia es un desastre económico

Andrei Kolesnikov es un periodista ruso que dirige el programa de política interna en el Centro Carnegie de Moscú.
"Por un lado, Rusia es bastante fuerte, un gran país con muy grandes recursos", afirma.

"Pero, por otra parte, este país es extremadamente débil, con disminución del nivel de vida y el crecimiento económico en bajada", explica.

La campaña de Putin tuvo el apoyo de la mayoría de los rusos en las encuestas.

Según Kolesnikov, Rusia depende mucho del precio del petróleo y el gas. "Y la fuente de los problemas de hoy es precisamente el petróleo", dice.

Y también apunta que la población en edad de trabajar está disminuyendo, y hay algunas predicciones que señalan que en 2030 habrá un pensionista por cada persona trabajando.

"Putin ofreció a la gente una especie de contrato social: Crimea a cambio de libertades. Ahora él está tratando de propiciar la expansión de este contrato: el conflicto de Siria a cambio de libertades", opina el periodista.

"Por el momento, este contrato social está funcionando, pero después de las próximas elecciones presidenciales de 2018, no puedo predecir lo que va a inventar con el fin de mantener el nivel de su popularidad", señala.

El experto indicó que no encuentra "ningún signo de pensamiento estratégico" en el accionar del presidente ruso.

Alexander Korolev: Es todo sobre China

Nacido en Irkutsk, Alexander Korolev es ahora un investigador de la Universidad Nacional de Singapur.

En su criterio, hay una especie de nueva política emergente, donde los sueños de Putin de una gran Europa –desde Lisboa hasta Vladivostok– están siendo reemplazados por los de una gran Asia, "desde Shanghái a San Petersburgo".

"Entre 2013 y 2014 se firmaron dos acuerdos energéticos enormes entre China y Rusia. Y, también, lo que es más importante es que Beijing tenga acceso a los campos de petróleo y gas de Rusia", explica Korolev.

Según Korolev, incluso en las áreas de intereses en conflicto, por ejemplo, en Asia Central, donde chocan los intereses de Rusia y de China, recientemente Moscú y Pekín se pusieron de acuerdo.

"China le da a Rusia lo que Rusia quiere: si nos fijamos en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, verán que China y Rusia vetaron conjuntamente una resolución respaldada por Estados Unidos sobre Siria, cuatro veces seguidas".

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