Funcionarios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos informaron el descubrimiento de un cargamento de 13 toneladas de extensiones de pelo para salones de belleza.
De acuerdo a un comunicado de la agencia, estas especies tienen como origen la ciudad de Xinjiang en China y se sospecha que están elaborados con cabello humano de prisioneros, que han denunciado abusos de derechos humanos y encarcelamiento.
La oficina además alerta que el proceso de fabricación de estos productos podría incluir situaciones de trabajo forzado, horas extras excesivas, retención de salarios y restricción de movimiento.
"Es absolutamente esencial que los importadores estadounidenses se aseguren de que la integridad de su cadena de suministro cumpla con los estándares humanos y éticos esperados por el gobierno de Estados Unidos y también por sus consumidores", declaró la entidad estatal.
Xinjiang corresponde a una zona rural autónoma de China en la que habitan cerca de 11 millones de uigures, minoría étnica predominante musulmana con su propia cultura e idioma, como asegura CNN.
Sin embargo, se estima que más de un millón de uigures han sido detenidos en campos de reclusión donde se cree que "están sometidos a tortura, tratos crueles e inhumanos como el abuso físico y sexual, trabajo forzado y sentencias de muerte".