AFP
El avión de Lion Air accidentado frente a las costas de Indonesia a finales de octubre, matando a 189 personas, debería haberse quedado en tierra, al haber sufrido un problema técnico en un vuelo previo, dijo este miércoles la agencia de seguridad de transportes.
"Durante el vuelo de Denpasar a Yakarta", anterior al del fatal desenlace, "el aparato sufrió un problema técnico, pero el piloto decidió continuar el vuelo", indicó Nurcahyo Utomo, responsable de la agencia.
Un Boeing 737 Max 8 de la compañía de bajo coste, que se dirigía a Pangkal Pinang cayó el 29 de octubre en el mar de Java unos 10 minutos después de haber despegado de Yakarta, provocando la muerte de las 189 personas a bordo.
Hasta ahora se identificó a 125 de los fallecidos.
"En nuestra opinión, el avión no estaba en condiciones de volar y no debería haber continuado" haciéndolo, declaró Utomo en una rueda de prensa.
En su informe de investigación preliminar, la agencia indonesia destaca que la compañía aérea debería reforzar sus medidas de seguridad. Este informe preliminar, publicado un mes después del accidente, no revela las causas, pero da una idea de por dónde va la investigación, además de dar recomendaciones.
El informe definitivo estará disponible el año que viene.
Lion Air debe tomar medidas "para mejorar su cultura de seguridad" y garantizar que "todos los documentos operativos", que detallan las reparaciones de los aviones, "están rellenados y documentados adecuadamente", según el informe, que no da recomendaciones referentes al fabricante del aparato, Boeing.
Los investigadores aludieron a un problema vinculado a las sondas de incidencia (AOA, Angle of Attack sensor) del Boeing 737 Max, uno de los aviones comerciales más avanzados del mundo.
El Boeing 737 Max 8 operado por Lion Air había sufrido problemas recurrentes vinculados a su sistema antibloqueo, según los primeros elementos de la investigación. Estos problemas fueron reparados y los responsables técnicos de Lion Aire autorizaron al avión a volar de nuevo.
El informe publicado este miércoles confirma que los pilotos del vuelo Denpasar-Yakarta y los del último vuelo tuvieron dificultades vinculadas al sistema automático que utilizan estos captores, que evita que un avión se bloquee.
Tras el accidente se recuperó la caja negra que recopila los datos de vuelo, pero se sigue buscando la caja negra que registra los sonidos en la cabina.