Por AFP

El Parlamento croata ratificó este viernes el Convenio de Estambul sobre la violencia contra las mujeres, a pesar de la oposición de la poderosa Iglesia católica.

El Convenio de Estambul quedó así ratificado por 29 países, entre ellos 18 miembros de la Unión Europea, a la que Croacia se adhirió en 2013.

Los más tradicionalistas, apoyados por la Iglesia y el ala derecha del partido conservador HDZ, en el poder, se opusieron a la ratificación de este convenio por el cual los Estados firmantes se comprometen a luchar contra la violencia hacia las mujeres. El convenio incluye la violencia doméstica, las violaciones conyugales y hasta las mutilaciones genitales.

Los opositores de la Iglesia católica ven en este convenio una forma de introducir la "teoría de género", una supuesta teoría pedagógica que negaría las diferencias sexuales entre hombres y mujeres, y de socavar los valores tradicionales, la familia y el cristianismo.

El 24 de marzo y 12 de abril hubo manifestaciones en Zagreb, la capital de Croacia, y Split, la segunda ciudad más grande, que reunieron a miles de personas en contra de este documento del Consejo de Europa.

El primer ministro croata, Andrej Plenkovic, del ala centrista del partido HDZ, había prometido que los programas escolares "no introducirán la teoría de género" y que no enmendaría la constitución, que define el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer.

La Iglesia llegó incluso a calificar el documento de "hereje".

"Todas las novedades, las desviaciones y las herejías existen ya. Pero hoy toman una nueva forma. Ayer era el liberalismo, el positivismo. Hoy es la teoría de género", declaró el arzobispo Zelimir Puljic durante una reunión de obispos del país.

Alrededor del 90% de los 4,2 millones de croatas son católicos.

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