La estatua de un traficante de esclavos derribada en la ciudad inglesa de Bristol por los manifestantes antirracismo fue sacada el jueves del río donde fue arrojada, mientras crece el debate sobre la supresión de otros símbolos del pasado colonial.

Fue recuperada el jueves por la mañana y "está siendo llevada a un lugar seguro antes de que más adelante entre a formar parte de la colección de nuestro museo", anunció el ayuntamiento. 

Colston fue un alto cargo de la Royal African Company a finales del siglo XVII, que envió a la esclavitud en Norteamérica y el Caribe a cientos de miles de personas de África occidental.

La destrucción de su estatua provocó la condena del gobierno británico, pero reavivó reivindicaciones en todo el país para que se retiren otros controvertidos monumentos históricos. 

Las autoridades de la ciudad costera de Bournemouth tenían previsto retirar el jueves una estatua de Robert Baden-Powell (1857-1941) --fundador del movimiento "scout" y acusado de racismo, homofobia y vínculos con los nazis-- por temor a que también acabe en el agua. 

Sin embargo, unas decenas de manifestantes blancos se agruparon a su pie para defenderla, resaltando la importancia de los 54 millones de "scouts" en todo el mundo.

La Universidad de Liverpool anunció que rebautizará un edificio que actualmente lleva el nombre del ex primer ministro William Gladstone, debido a sus vínculos con la trata de esclavos.

Y el martes, las autoridades del este de Londres retiraron del distrito de Docklands una estatua de Robert Milligan, cuya familia era propietaria de plantaciones de azúcar en Jamaica.

También en Estados Unidos, las protestas por la muerte de Floyd desembocaron en la destrucción de estatuas.

Una efigie de Cristóbal Colón fue arrancada y arrojada a un lago el martes en Richmond, Virginia, y otra fue vandalizada en el centro de Miami, cubierta con pintura roja y mensajes que decían "Nuestras calles", "Black Lives Matter" (Las vidas negras importan) y "George Floyd". 

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