Esfuerzos organizados para manipular las redes sociales y la opinión pública se están realizando en al menos 70 países por agencias gubernamentales y partidos políticos, dijeron el jueves investigadores. 

Un informe del Oxford Internet Institute sostiene que los intentos de manipulación se han duplicado en los últimos dos años y están siendo utilizados por gobiernos tanto democráticos como autoritarios. 

De acuerdo con este estudio, Facebook sigue siendo "la plataforma preferida" para la manipulación de las redes sociales, tras hallar evidencia de ello en 56 países. 

Los investigadores dijeron que "actores estatales sofisticados" de al menos siete países están trabajando fuera de sus fronteras en operaciones de influencia extranjera global, utilizando Facebook y Twitter. 

El informe identificó a esos países como China, India, Irán, Pakistán, Rusia, Arabia Saudita y Venezuela. 

"La manipulación de la opinión pública mediante las redes sociales sigue siendo una amenaza decisiva para la democracia, a medida que la propaganda computacional se convierte en una parte dominante de la vida cotidiana", dijo Philip Howard, director del instituto, con sede en Reino Unido. 

"Aunque la propaganda siempre ha sido parte de la política, el amplio alcance de estas campañas plantea preocupaciones cruciales para la democracia moderna". 

El informe destaca el enorme aumento de la manipulación de las redes sociales desde las elecciones estadounidenses de 2016 y el referéndum sobre el Brexit, eventos en los que se observaron por primera vez estos métodos. 

Los investigadores hallaron evidencia de campañas organizadas de manipulación de redes sociales en 70 países en 2019, frente a 48 en 2018 y 28 en 2017. 

"En cada país hay, al menos, un partido político o agencia gubernamental que utiliza las redes sociales para moldear los comportamientos públicos internamente", dijo el informe. 

Los investigadores de Oxford descubrieron que políticos y partidos políticos han estado sumando seguidores falsos o difundiendo informaciones manipuladas en 45 democracias. 

En 26 estados autoritarios, las entidades gubernamentales "han utilizado la propaganda computacional como herramienta de control de la información para suprimir la opinión pública y la libertad de prensa, desacreditar las críticas y las voces opositoras, y ahogar la disidencia política", escribieron los investigadores. 

El estudio también sostiene que China se ha convertido en "un actor importante en el orden mundial de la desinformación" y ha ido más allá de sus plataformas nacionales como Weibo, WeChat y QQ a servicios como Facebook, Twitter y YouTube. 

Samantha Bradshaw, autora principal del informe, dijo que muchos países se están aprovechando de las mismas plataformas sociales que fueron utilizadas por activistas prodemocráticos años antes. 

"Aunque las redes sociales alguna vez fueron elogiadas como una fuerza para la libertad y la democracia, cada vez son más objeto de escrutinio por su papel en la amplificación de la desinformación, la incitación a la violencia y la disminución de la confianza en los medios de comunicación y las instituciones democráticas", dijo Bradshaw.

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