AFP
Unas siete millones de personas están registradas para votar, los centros abrieron durante la mañana y ya se habían formado colas de ciudadanos.
El Frente Patriótico Ruandés (FPR), liderado por Kagame, puso fin en 1994 al genocidio, en el que alrededor de 800.000 tutsis y hutus moderados fueron asesinados.
Desde entonces forma parte del Gobierno del país y presidente desde el 2000. Según los expertos, Kagame goza de una gran popularidad.
Ha proporcionado estabilidad y crecimiento económico al país interior del este de África, dice Steven Gruz, del Instituto Sudafricano de Asuntos Exteriores.
Según Transparencia Internacional, Ruanda es uno de los países menos corruptos de África. Sin embargo, los defensores de los derechos humanos denuncian que la libertad de expresión y el trabajo político de la oposición están muy limitados.
"Los que ponen el duda al gobierno son asesinados"
"Los medios independientes y las organizaciones de derechos humanos independientes apenas existen en el país", dice Ida Sawyer, de Human Rights Watch.
El Gobierno actúa de forma regular contra los opositores y los críticos, apunta.
"Aquellos que se atreven a poner en duda el statu quo son arrestados, desaparecen o son asesinados", denuncia. Otros dos candidatos se han presentado a las elecciones.
Sin embargo, Frank Habineza, del Partido Democrático Verde, y el independiente Philippe Mpayimana no tienen prácticamente posibilidades.
La única competidora prometedora, Diane Shima Rwigara, no pudo presentar su candidatura por no obtener el número de firmas de apoyo suficiente.
Kagame obtuvo en las elecciones presidenciales de 2003 y 2010 el 95 y el 93 por ciento de los votos.
En realidad, la Constitución le impedía presentarse para una tercera legislatura, pero en un referéndum celebrado en 2015, el 98 por ciento de los ruandeses votó a favor de modificar la Carta Magna para permitirle optar al cargo hasta 2034.