El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, ordenó hoy (11.07.2016) un "cese de las hostilidades con efecto inmediato" entre sus fuerzas leales y las del vicepresidente y líder opositor, Riek Machar, que fue aceptado por las fuerzas opositoras, tras cuatro días de combates que causaron al menos 300 muertos.
Según la orden, "todos los comandantes deben cesar todas las hostilidades, controlar a sus fuerzas y proteger a la población civil y sus propiedades".
Asimismo "todos los comandantes situados en los puestos de control de la ciudad de Yuba deben reducir y limitar los citados puestos de control a las instituciones esenciales e importantes", añadió. Una vez finalizó de leer el documento, Makuei llamó a "las fuerzas regulares" a volver a sus respectivas unidades.
Esta mañana se produjeron combates con armas de fuego y artillería en la región de Jebel, donde tiene su residencia Machar, que lideró las fuerzas rebeldes hasta que se formó un gobierno de unidad en abril en el marco de un acuerdo de paz. Un portavoz confirmó también enfrentamientos cerca del aeropuerto. Aerolíneas internacionales como Kenyan Airways o Rwandair interrumpieron el domingo sus vuelos a Juba. La embajada estadounidense informó en Facebook que el Departamento de Estado ha ordenado la marcha del país del personal que no es de seguridad.
Embargo de armas
Por otra parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, reclamó hoy al Consejo de Seguridad la imposición inmediata de un embargo de armas a Sudán del Sur y de más sanciones a los líderes del país en respuesta a la nueva oleada de combates.
Ban, en una conferencia de prensa, solicitó también un refuerzo de la misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS) para que pueda proteger a la población. "La vuelta a la lucha es indignante", dijo el diplomático coreano, que acusó a los líderes sursudaneses de fallar nuevamente al país y les exigió poner fin a las hostilidades. Ban condenó las muertes registradas en los últimos días en Sudán del Sur, incluidas las de dos "cascos azules" chinos y un empleado local de la ONU, y se mostró "indignado" por esos ataques.
Los enfrentamientos
Los combates comenzaron el jueves, sólo dos días antes de que el país cumpliera su quinto aniversario de independencia de Sudán. Entre el viernes y el domingo murieron unas 270 personas, según cifras del Gobierno, pero se cree que la cifra real es mucho mayor.
"Tenía que haberse celebrado el quinto cumpleaños de Sudán del Sur", señala el director de Oxfam en el país, Zlatko Gegic. "No me podía imaginar un regalo peor: más combates, pérdida de vida, desplazamientos y falta de esperanza".
Sudán del Sur se independizó el 9 de julio de 2011 de Sudán. Pero a finales de 2013 una lucha de poder entre el presidente Salva Kiir y su videpresidente Machar llevó a una guerra civil que dejó decenas de miles de víctimas y unos 2,5 millones de desplazados, según la ONU.
Los enfrentamientos actuales suponen un fuerte golpe al acuerdo de paz y al gobierno de unidad nacional creado en abril, en el que Machar volvió a integrarse como vicepresidente. También grupos armados independientes operan en el país, formando alianzas ocasionales con alguno de los dos bandos.