Estados Unidos se compromete a asistir a las tropas locales en la liberación de la ciudad de Mosul enviando 600 soldados adicionales a Irak. La ciudad se encuentra en manos del Estado Islámico (EI).

El portavoz del Departamento de Defensa, Peter Cook, aseguró que el nuevo contingente armado otorgará apoyo logístico a las fuerzas iraquíes sin involucrarse en combate directo en la ciudad.

El nuevo despliegue es el tercer aumento de tropas de Estados Unidos en Irak desde abril, demostrando las dificultades que enfrenta Barack Obama para retirar a sus fuerzas militares del país. Actualmente mantienen en Irak más de 4.600 efectivos militares que aportan información de inteligencia, asistencia, logística y entrenamiento a las tropas iraquíes y peshmerga.

Mosul se encuentra en manos del EI desde hace más de dos años. Los yihadistas tomaron la ciudad en una ofensiva sorpresa que sacó a relucir la inconsistencia y el sectarismo del Ejército iraquí.

EI pierde control de pozos petroleros

Entretanto, la guerra contra el Estado Islámico continúa. Según el Ministerio del Petróleo, los yihadistas ya no cuentan con el control de los pozos petroleros en Irak, luego de ser expulsados la semana pasada por fuerzas del Gobierno respaldadas por Estados Unidos.

Privado de ingresos petroleros, Estado Islámico tendrá que encontrar otras formas de financiamiento, como elevar los impuestos y multas en áreas que todavía están bajo su dominio, explicó el funcionario de seguridad Muthana Jbara.

El Estado Islámico proclamó un califato sobre partes de Irak y Siria en 2014, pero ha perdido una cantidad significativa de territorio a causa de las ofensivas respaldas por Estados Unidos.

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