Científicos descubrieron que hace 145 millones de años, un dinosaurio saurópodo debió padecer de una enfermedad respiratoria que hizo su vida muy difícil. El herbívoro sufrió fiebre y tos que sacudieron su largo cuello.
Esta enfermedad pudo ser mortal y afectó tan severamente la salud del dinosaurio que dejó evidencia visible en sus huesos fosilizados. Los restos de este enorme animal son ahora la primera evidencia de una infección respiratoria en un dinosaurio, proponen los paleontólogos.
Los científicos al inicio no tenían muy claro que era lo que afectó al dinosaurio, apodado "Dolly". Pero en 2018, el paleontólogo Cary Woodruff del Museo de Dinosaurios de Great Plains en Estados Unidos estaba investigando al herbívoro que padecía otra enfermedad cuando notó los extraños huecos de los huesos del cuello del extinto saurópodo.
"He observado muchas vértebras de saurópodos y he visto algunas cosas extrañas, pero nunca nada como estas estructuras", comentó Woodruff al National Geografic.
El paleontólogo público las fotos en redes soaciales y rápidamente obtuvo respuesta de varios investigadores que reconocieron las marcas que tenía Dolly en sus huesos.
Varios científicos se unieron a Woodruff en el estudio de los fósiles, que muestran signos de una enfermedad en los pulmones del dinosaurio, concluyendo en un nuevo artículo en la revista Scientific Reports.
“La enfermedad en todas sus formas ha estado presente en los animales desde el comienzo de su evolución”, dice Ewan Wolff, coautor del estudio y paleopatólogo del Museo de las Montañas Rocosas en Montana al mismo medio.