AFP
La estadounidense Brittney Reese, de 30 años, que logró en el Mundial de Atletismo 2017 su cuarto oro de longitud con un salto de 7,02 metros, este viernes en el Estadio Olímpico de Londres, se acordó tras su victoria de su abuelo, fallecido recientemente.
Mientras en su mano derecho enseñaba cuatro dedos, como el número de títulos mundiales que lleva, en la izquierda mostraba una hoja de papel con un "Believe in yourself / RIP Paw Paw #9" (Cree en ti misma. Descansa en Paz, Paw Paw #9), escrito a bolígrafo.
La atleta estaba muy unida a su abuelo. A principios de julio, cuando cayó enfermo, Reese escribió en su cuenta de Twitter que no participaría en Nueva York. "Debido a una inesperada enfermedad de mi abuelo, no competiré mañana en Nueva York", escribió.
Reese, vigente subcampeona olímpica, quedó delante de la rusa que compite bajo bandera neutra Darya Klishina (7,00 m) y de la campeona en los Juegos de Rio, la también estadounidense Tianna Bartoletta (6,97 m), que había sido también oro en longitud en el pasado Mundial de Pekín 2015.
Klishina es uno de los 19 atletas rusos a los que la IAAF ha permitido disputar el Mundial con bandera neutra, al no estar involucrados en el dopaje a nivel generalizado con que se acusa a las autoridades deportivas del país europeo.
En este duelo estadounidense entre Reese y Bartoletta ganó una vez más la primera, campeona del mundo en Berlín 2009, Daegu 2011, Moscú 2013 y Londres 2017.
En undécima y última posición quedó la brasileña Eliane Martins, la única representante latinoamericana en la final.
Martins era tercera tras el primer salto, con 6,52, pero fue solo un espejismo, ya que hizo dos nulos en los dos siguientes intentos, que la colocaron en el penúltimo puesto de la final.