¿Joe Biden disuadirá a Vladimir Putin de invadir Ucrania? ¿El presidente ruso tiene realmente la intención de hacerlo? Los dos mandatarios mantienen este martes un encuentro a distancia para intentar evitar una escalada.
El presidente estadounidense y su homólogo ruso ya se han entrevistado varias veces por teléfono y se vieron en junio en Ginebra, una reunión que la administración Biden juzgó positiva en su proceso para crear una relación "estable" y previsible".
Esta vez, no obstante, el encuentro se lleva a cabo en un contexto muy volátil, en forma de videoconferencia a las 10H00 en Washington (15H00 GMT).
Washington y Kiev acusan a Moscú de desplegar tropas en la frontera con Ucrania para atacar al país, repitiendo el escenario que se dio en 2014 cuando los rusos anexionaron la península de Crimea. Desde entonces, más de 13.000 personas han muerto por el conflicto que se desencadenó.
Los expertos se muestran divididos: muchos piensan que Vladimir Putin está exagerando, pero pocos descartan totalmente la hipótesis de un ataque.
Si Moscú pasa al acto, un alto responsable de la Casa Blanca dijo el lunes que Estados Unidos estaba dispuesto a actuar.
"Estados Unidos respondería afirmativamente" a un aumento de presencia militar por parte de sus aliados de la OTAN en Europa del Este. Y luego reforzaría su apoyo al ejército ucraniano.
Washington establecería sanciones económicas duras contra el régimen de Putin, pero diferentes a las que impuso desde 2014 contra Rusia, que no tienen ningún efecto.
Sin embargo, el alto funcionario dejó claro que por el momento Washington descarta una respuesta militar directa, pues no desea "encontrarse en una posición en la que el uso directo de sus fuerzas" sea lo que prime en sus evaluaciones.
Joe Biden, que ha tratado a Putin de "asesino", está en una situación compleja.
Tiene que gestionar la crisis ucraniana con tacto, si no quiere suscitar las críticas de sus aliados tradicionales, ya indignados tras la retirada de Afganistán, completamente caótica y sin concertación entre ellos.
SWIFT
Joe Biden comunicará personalmente al presidente ucraniano Volodimir Zelenski el resultado de la reunión con Putin. Y el lunes, habló "con aliados europeos clave" para "coordinar el mensaje" y una "fuerte solidaridad transnacional".
Ante las "tensiones entre Rusia y Ucrania", los dirigentes de Alemania, Estados Unidos, Francia, Italia y Reino Unido "expresaron su determinación a que la soberanía" de Ucrania "sea respetada", indicó la presidencia francesa en un comunicado.
La cuestión es saber si esta estrategia de disuasión dará resultado con Putin, siempre preocupado por su estatura internacional
"Es difícil esperar un avance en estas negociaciones", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmando que es poco probable que se arreglen las relaciones bilaterales "en unas horas" de conversaciones.
Moscú quiere una garantía de que Ucrania no se unirá a la OTAN, como han hecho tantos países del antiguo bloque soviético.
Ni Kiev ni Washington se comprometen a ello, aunque el proceso de adhesión de Ucrania a la alianza militar occidental, oficialmente abierto, parece congelado.
Algunos expertos creen que la propia celebración de esta cumbre es en sí misma una victoria para Putin, que quiere afirmar a Rusia como potencia en el juego geopolítico mundial, actualmente dominado por la rivalidad entre China y Estados Unidos.
También hay especulaciones sobre la posibilidad de que Washington deje fuera a Rusia del sistema de identificación bancaria SWIFT, un engranaje clave en las finanzas mundiales que permite a los bancos transferir dinero.
"Dicen que es la versión económica de un arma nuclear, pero no creo que [las sanciones] tengan tanto impacto", dice Bruce Jentleson, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Duke y asesor del Departamento de Estado entre 2009 y 2011.