Estados Unidos superó el sábado los 300.000 casos de coronavirus en su territorio, según el recuento de la universidad Johns Hopkins.
La pandemia dejó al menos 8.162 muertos en el país, según la misma fuente.
El umbral de los 200.000 casos en Estados Unidos había sido superado el miércoles. El rápido incremento se debe, en parte, a una mayor disponibilidad de las pruebas de detección del coronavirus en el país.
Nueva York: el Estado más afectado
El foco principal de la epidemia estadounidense es el estado de Nueva York, especialmente la ciudad homónima, donde la COVID-19 dejó 1.905 fallecidos.
Además, en un solo día, NY registró 630 decesos por COVID-19, su peor balance en 24 horas, y acelera los preparativos ,ante la llegada del peak de la epidemia, informó el gobernador, Andrew Cuomo.
Para evitar la saturación de los hospitales, las autoridades locales han emprendido una carrera contrarreloj para aumentar su capacidad y afrontar la llegada de pacientes prevista.
El gobernador indicó además que iba a firmar un decreto para autorizar a los estudiantes de medicina que iban a obtener su diploma en la primavera boreal a empezar a trabajar desde ahora.
"Es un periodo excepcional y Nueva York necesita ayuda", dijo para justificar la medida.