AFP

La justicia birmana condenó este lunes a siete años de cárcel a dos periodistas de la agencia Reuters acusados de "vulnerar el secreto de Estado" tras haber investigado sobre la masacre de los rohinyás perpetrada el año pasado por el ejército de Birmania.

"Como ambos vulneraron el secreto de Estado, se les condena a siete años de cárcel cada uno", declaró el juez Ye Lwin, ante una sala de audiencia abarrotada de periodistas y diplomáticos. 

Wa Lone, de 32 años, y Kyaw Soe Oo, de 28 años, que estaban en prisión preventiva desde diciembre de 2017, podían ser condenados a penas de hasta 14 años de cárcel tras un juicio muy controvertido. 

Las autoridades acusaban a los dos reporteros birmanos de haber conseguido documentos relacionados con las operaciones de las fuerzas de seguridad en el estado de Rakáin, la región en el noroeste de Birmania en la que se produjo la persecución de los rohinyás.

Los periodistas investigaban la ejecución de los miembros de la minoría musulmana en el pueblo de Inn Dimm. Pocos días después de su arresto, el ejército reconoció que soldados y habitantes de confesión budista de ese pueblo mataron a sangre fría a presos rohinyás el 2 de septiembre de 2017. De hecho, siete militares fueron condenados a 10 años de prisión por esa masacre.

La sentencia llega en un momento de gran tensión entre Birmania y la comunidad internacional. 

Investigadores de la ONU publicaron el lunes pasado un informe en el que califican de "genocidio" la persecución contra los rohinyás, acusan directamente al ejército y critican el silencio de la dirigente birmana Aung San Suu Kyi, que recibió el Premio Nobel de la Paz.

El Consejo de Seguridad de la ONU debatió el pasado martes la posibilidad de denunciar al ejército birmano ante la justicia internacional.

Más de 700.000 rohinyás tuvieron que huir de Birmania entre agosto y diciembre de 2017, tras una ofensiva del ejército birmano iniciada en represalia a los ataques de rebeldes rohinyás contra puestos fronterizos, una persecución que la ONU calificó, primero, como "limpieza étnica" y ahora como "genocidio". 

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