Un incendio forestal originado el pasado 27 de julio en la zona de Mendocino se convirtió este martes en el más grave en la historia de California, en EE.UU., tras haber arrasado 114.850 hectáreas de terreno.

Con esta última actualización, el fuego superó las 113.800 hectáreas devastadas en los condados de Ventura y Santa Bárbara por el incendio "Thomas" el año pasado. "Hemos roto un récord. Este es uno de esos récords que no quisieras ver", dijo al diario local Los Angeles Times el subdirector de Cal Fire, Scott McLean.

El incendio, conocido como "Mendocino Complex" y que tiene dos focos (Ranch y River), está contenido en un 30 por ciento, informó el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (Cal Fire). Las autoridades esperan sofocar las llamas por completo la próxima semana.

"Estamos a merced del viento", reconoció el capitán Thanh Nguyen, portavoz de Cal Fire en el condado de Lake, a medios de comunicación locales. "Trágicamente, toda esta zona está realmente seca y es muy difícil extinguir las llamas", agregó.

El vertiginoso aumento del tamaño del incendio en las últimas fechas, que ha tenido lugar incluso de noche, cuando generalmente las llamas se calman, ha sorprendido incluso a los propios bomberos.

"Se propaga extremadamente rápido, es extremadamente agresivo y es extremadamente peligroso", dijo McLean. "Fíjate lo grande que se ha hecho en apenas unos días -añadió-. Lo rápido que ha subido en el ránking de los fuegos más graves. Eso no ocurre. Simplemente no ocurre".

El suceso ha provocado numerosas evacuaciones en los condados de Mendocino, Lake y Colusa, pero no ha dañado tantos edificios como otros que siguen en activo en el estado, porque se ha propagado por zonas remotas.

Según los expertos, los años de sequía han creado las condiciones ideales para que los incendios forestales a gran escala se extiendan a mayor velocidad. De los cinco incendios forestales más grandes en la historia del estado, cuatro han ocurrido desde 2012.

De acuerdo a datos de Cal Fire, la de 2017 fue una de las temporadas de incendios más devastadoras para este estado, con 46 muertos y cerca de 559.000 hectáreas consumidas a causa de unos 9.000 fuegos forestales que destruyeron 10.800 estructuras.

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