AFP
Brasil ordenó el lunes investigar la contratación de una empresa alemana por el presunto pago de sobornos a funcionarios públicos con el objetivo de ganar una licitación para fabricar los monitores de seguridad del Mundial-2014 de fútbol.
El ministro brasileño de Justicia, José Eduardo Cardozo, determinó que los contratos con la compañía alemana de ingeniería Bilfinger, por 6,5 millones de dólares, sean examinados por el Controlador General de la nación, informó el ministerio a la AFP.
Cardozo solicitó a la empresa Bilfinger que facilite "todos los elementos que apunten posibles irregularidades en el proceso de licitación y en los contratos" firmados con la Secretaría Extraordinaria de Seguridad para Grandes Eventos (Sesge), dependiente del ministerio de Justicia.
La Sesge indicó, por su parte, en un comunicado que el contrato con Helmut Mauell, la filial de Bilfinger que supuestamente habría pagado los sobornos, se realizó tras una licitación en la que participaron "regularmente" 10 empresas.
Las sospechas fueron confirmadas, aunque la investigación todavía no está completa
Bilfinger
El secretario de la Sesge, Andrei Rodrigues, pidió de cualquier forma una investigación policial.
El escándalo estalló el domingo, cuando el diario alemán Bild publicó que Helmut Mauell habría pagado sobornos con el objetivo de hacerse con la licencia para fabricar monitores de seguridad para el Mundial-2014 celebrado en Brasil.
La empresa alemana emitió ese mismo día un comunicado en el que reconoció la existencia de una investigación interna para determinar la cantidad y el destino de los supuestos sobornos.
"Las sospechas fueron confirmadas, aunque la investigación todavía no está completa", afirmó Bilfinger en un comunicado difundido en Alemania.
Según informó la propia compañía, los supuestos sobornos fueron presuntamente pagados a empleados de empresas estatales encargadas de la seguridad del megaevento.
Bilfinger -que solicitó auditorías internas a Ernst & Young, a Deloitte y a otra firma brasileña especializada- tasó en 6 millones de euros (6.576 millones de dólares) los contratos realizados con el ministerio de Justicia de Brasil.