El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió el viernes a los militantes de Hamás que acepten una nueva oferta de Israel sobre la liberación de rehenes a cambio de un alto el fuego en Gaza, afirmando que ésta es la mejor manera de empezar a poner fin al mortífero conflicto.

"Con un alto el fuego, esa ayuda podría distribuirse de forma segura y eficaz a todos los que la necesitan", dijo Biden.

"Como alguien que ha tenido un compromiso de por vida con Israel, como el único presidente estadounidense que ha ido a Israel en tiempos de guerra, como alguien que acaba de enviar a las fuerzas estadounidenses a defender directamente a Israel cuando fue atacado por Irán, les pido que den un paso atrás, que piensen qué ocurrirá si se pierde este momento", dijo. "No podemos perder este momento".

Una propuesta anterior sobre rehenes presentada antes este año pedía la liberación de los rehenes enfermos, ancianos y heridos de Gaza a cambio de un alto el fuego de seis semanas que podría ampliarse para permitir la llegada de más ayuda humanitaria al enclave.

El acuerdo propuesto se vino abajo este mes después de que Israel se negara a aceptar el fin permanente de la guerra como parte de las negociaciones e intensificara el asalto a la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza.

Hamás dijo el jueves que había comunicado a los mediadores que no participaría en más negociaciones durante la agresión en curso, pero que estaba dispuesto a llegar a un "acuerdo completo", incluido un intercambio de rehenes y prisioneros, si Israel ponía fin a la guerra.

Un funcionario estadounidense, que habló bajo condición de anonimato, dijo que el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, se reuniría el viernes con diplomáticos de 17 países que tienen ciudadanos secuestrados en Gaza por Hamás.

Israel no aceptará ningún cese de los combates que no forme parte de un acuerdo que incluya la devolución de los rehenes supervivientes, declaró el viernes un alto cargo de seguridad israelí.

El portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo el martes que las recientes operaciones terrestres israelíes en Rafah no provocarían la retirada de más ayuda militar estadounidense.

Las autoridades sanitarias palestinas calculan que más de 36.280 personas han muerto en Gaza desde que Israel atacó el enclave en respuesta a un asalto de Hamás el 7 de octubre en el sur de Israel. El ataque de Hamás mató a unas 1.200 personas, según los recuentos israelíes.

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