Este sábado 21 de diciembre, el tradicional restaurante El Hoyo de Estación Central cierra sus puertas de forma definitiva después de más de un siglo de historia. Fundado en 1912 por Benjamín Valenzuela, oriundo de San Vicente de Tagua Tagua, el restaurante ha sido un ícono gastronómico de la Región Metropolitana, famoso por su chicha y platos típicos chilenos, como lengua, pernil, arrollado y lomo a lo pobre. Además, se le atribuye la creación del popular trago "Terremoto", un cocktail que también disputa su origen con otro famoso local, La Piojera.

Ubicado en la calle San Vicente, cerca de Gorbea, en la comuna de Estación Central, el restaurante fue durante décadas un referente culinario para los santiaguinos y turistas que buscaban disfrutar de la auténtica comida chilena. Sin embargo, la realidad del negocio ha cambiado en los últimos años, y aunque en 2021 se evaluó su venta, finalmente se decidió continuar funcionando en un esfuerzo por superar los efectos de la pandemia.

Felipe Salas, vocero de El Hoyo y representante de la tercera generación de la familia fundadora, explicó que, aunque se intentó mantener el restaurante abierto tras la crisis sanitaria, los desafíos fueron demasiados. “El barrio ahora está más complicado y funcionamos solo hasta las seis de la tarde, con el almuerzo como el único momento de gran afluencia”, comentó Salas, añadiendo que los negocios no han sido tan rentables como en años anteriores.

"El Hoyo" cierra sus puerta en Estación Central 

La noticia del cierre de El Hoyo ha generado una gran tristeza entre los seguidores del local, quienes podrán visitarlo este sábado entre las 10:30 y las 18:00 horas para despedirse de este clásico de la gastronomía nacional. Sin embargo, la marca El Hoyo no desaparece por completo. A pesar del cierre en Estación Central, el restaurante abrirá un nuevo local en Barrio Italia en marzo de 2025, lo que mantiene viva la tradición en otro rincón de Santiago.

Con más de un siglo de historia, El Hoyo ha sido testigo de importantes transformaciones en la ciudad y ha dejado una huella imborrable en la gastronomía chilena. Su cierre en Estación Central marca el fin de una era, pero su legado continuará en nuevos espacios, manteniendo viva su esencia y la rica tradición de la comida típica chilena.

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