El audio es estremecedor de principio a fin.

Durante cerca de cuatro minutos, un hombre, que se identifica como Carlos Mario, le dice a la docente colombiana Magda Deyanira Ballestas que se tiene que ir de la región donde vive porque de lo contrario "la van a asesinar".

"Coja sus hijueputas cosas y se va de la región (?). Yo llamo a sus superiores y les digo que si la quieren recoger muerta", dice Carlos Mario, quien de acuerdo a las autoridades colombianas se puede tratar de un comandante de un grupo criminal conocido como el Clan del Golfo.

El Clan del Golfo opera principalmente en el norte de Colombia, en la zona sur del departamento de Bolívar, a unos 400 kilómetros de la capital, Bogotá.

"Qué pena con usted señora Deyanira Ballestas, se tiene que ir de esta región o la asesino. Usted sabe que nosotros acá asesinamos al que se nos dé la gana", continúa el hombre.

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La grabación, que se conoció este miércoles, fue hecha en una región que ha sido escenario de una serie de amenazas y asesinatos de líderes sociales. Los incidentes ya suman 160 casos en los últimos dos años, de acuerdo a cifras del gobierno nacional.

Y se publicó también el mismo día en que fue ultimada a tiros Ana María Cortés, una reconocida líder social que trabajó para la campaña de Gustavo Petro en la zona occidental del país.

Denuncia

Deyanira Ballestas, de 60 años, es una docente que se venía desempeñando en la Institución Técnico Comercial del municipio de San Pablo, ubicado en el sur de Bolívar.

Según declaró la propia Ballestas, no entiende la razón de las amenazas en su contra.

"Yo había tenido un conflicto por un asunto docente en 2017, pero no puedo decir que esté relacionado con esta amenaza", le dijo la docente a la cadena BLU Radio.

En la grabación, el hombre se presenta y le dice que le va a entregar un comunicado. Cuando Ballestas lo interrumpe para decirle que siente "que es una amenaza", el supuesto Carlos Mario cambia el tono de la conversación.

"Nosotros no la estamos amenazando, la estamos advirtiendo que le vamos a dar un comunicado para que lo escuche con atención: hágame un favor, coja sus cositas y váyase de la región", dice.

Ballestas, confundida por las palabras de su interlocutor, intenta decirle que no entiende la razón de la amenaza, que ella simplemente es una docente que trabaja por su centro educativo.

Entonces Carlos Mario la interrumpe: "Señora, a mí no me hable así si no quiere morirse. Le vengo a dar un comunicado, si no lo quiere recibir y me va poner peros, y me va a decir qué tengo que hablar y qué tengo que decir, entonces señora, qué pena Deyanira Ballestas, se tiene que ir o la asesino. Usted sabe que nosotros acá asesinamos al que nos dé la gana".

Cuando Ballesta le dice que ha sido víctima del conflicto armado, el hombre responde: "A mí no me interesa si sufrió o no la guerra. Le iba a dar un comunicado, se puso grosera. Yo llamo a sus superiores y les digo que si la quieren recoger muerta. ¿Usted creyó que estaba hablando con un payaso?".

De acuerdo a la profesora, logró grabar la llamada y entregársela a las autoridades, que de inmediato le ofrecieron protección.

La docente salió ya de la localidad y se dirige a un destino que se mantiene en secreto para proteger su seguridad.

Reacciones

Aunque Ballestas no es reconocida por ser una líder social o integrar algún partido político en la zona, y siempre ha defendido su trabajo en la comunidad del sur de Bolívar.

Pero lo cierto es que la grabación evidencia el tenso clima que se vive ante el recrudecimiento de la violencia paramilitar en algunas zonas de Colombia.

De acuerdo al Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (INDEPAZ), entre enero y mayo de 2018 se había dado muerte a 97 líderes sociales en todo el país.

"Rechazamos y condenamos el asesinato y las amenazas de líderes sociales. Estamos empezando a implementar el modelo de protección colectiva a líderes sociales creado mediante el decreto 660 de 2018, que esperamos sea una herramienta eficaz para protegerlos", escribió en su cuenta de Twitter el ministro del Interior, Guillermo Rivera.

Por ahora, Deyanira Ballestas deberá comenzar de nuevo, en un lugar en el que no quería estar.

"Yo no me quería ir. Ese señor tuvo la amabilidad de acabar con mi vida. No entiendo por qué, lo único que hice fue trabajar y lamento que no haberme prestado para hacer cosas malas me lleve a la muerte", se lamentó Ballestas.

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