Una familia que alquila un departamento en Londres ha sido amenazada con ser desahuciada debido a las quejas de otros vecinos por los llantos de su bebé.

La firma que maneja la propiedad les comunicó que si continuaba el ruido podrían recibir un aviso con dos semanas de antelación para desalojar. Los padres, que tienen una hija de 15 meses y un hijo de tres años, dicen que se trata de una "horrible discriminación".

La empresa aseguró que los vecinos estaban siendo importunados por el ruido de los niños y "otras molestias de ruido", que las protestas eran diarias y que estos otros arrendatarios tenían derecho a no ser molestados.

Attila y Ildiko Wurth viven en un ático en un edificio en el oeste de Londres con sus dos hijos.

Aseguran que se sintieron conmocionados al recibir un correo electrónico del agente inmobiliario en el que les explicaban que se había producido una "queja diciendo que a las 5:30 de esta mañana un bebé estaba llorando y pataleando y luego más ruido, empezando de nuevo a las 6:45, lo cual despertó a uno de los arrendatarios en la propiedad".

"Consecuentemente, nos hemos puesto en contacto con su arrendador y hemos sido instruidos para llegar a un acuerdo con ustedes para evacuar la propiedad cuanto antes", aseguraba el correo del agente inmobiliario.

Attila dice que les impactó esa actitud "cruel y dura" y les enojó profundamente la idea de ser expulsados de su casa.

En otro correo les decían que había habido otras quejas y que "si esto continúa, no nos quedará más remedio que emitir un aviso de Sección 8, lo cual les dará dos semanas para evacuar".

La Sección 8 es la parte de la ley de vivienda que regula si un propietario puede echar a los arrendatarios mediante orden judicial.

"Por favor, asegúrense de mantener todo movimiento y ruido en un mínimo", decía ese e-mail.

Sin saber qué hacer, buscaron consejo y los dirigieron a una línea telefónica de ayuda sobre temas de vivienda, que según ellos siempre está ocupada. Al final, encontraron cierto apoyo en redes sociales, al explicar su problema en Facebook.

"Estábamos tan preocupados. No sabíamos que iba a pasar luego. ¿Llegaremos a casa y nos encontraremos las cosas en la calle?", asegura la pareja.

"Hemos tenido mucho cuidado"

En Londres cada vez más familias viven en casas alquiladas. Attila trabaja como veterinario, pero dice que no se pueden permitir comprar un departamento en Londres.

La organización especializada en temas de vivienda Shelter asegura que para echarles la ley requiere que haya fundamentos como que no paguen el alquiler, un comportamiento antisocial o infracciones del contrato.

Esto podría incluir "molestar" a los vecinos, pero tendría que decidirlo un tribunal.

"Hemos tenido mucho cuidado con el ruido", dice Attila. Pero si los propietarios alquilan a una familia con niños pequeños, asegura, no es realista pensar que un bebé no va a llorar de vez en cuando.

"Ni siquiera tenemos equipo musical o televisión con los que hacer ruido, y hemos evitado hacer ruido con actividades domésticas", dice Attila.

La firma gestora, Sheraton Management Ltd, dice que los Wurths "estaban violando el contrato al causar perturbaciones a otros ocupantes del edificio...no solo en relación al ruido de los niños, pero también a otras molestias de ruido".

El agente dice que ha habido "golpes, pataleos, pisadas fuertes".

"A regañadientes, dado que no remitía el problema, fue sobre esta base que aconsejamos a la señora Wurth que podríamos quedarnos sin otra alternativa que emitir un aviso por posesión", asegura la empresa.

El agente dice que tiene una responsabilidad hacia otros arrendatarios y sus quejas de que "su derecho contractual a disfrutar del silencio ha sido infringido".

"Gestionamos numerosas propiedades en las que viven familias, algunas con niños muy pequeños. Nuestra política es siempre evitar la necesidad de iniciar el procedimiento para retomar la propiedad".

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