La carrera electoral para gobernar Israel promete un final ajustado.

Tanto el aspirante a la reelección, el derechista Benjamín Netanyahu, como su principal rival, el centrista Benny Gantz, se declararon vencedores de los comicios parlamentarios realizados este martes.

Las encuestas a boca de urna sugieren un resultado cerrado que no da pie a determinar con certeza un ganador.

De acuerdo con esas proyecciones, la centrista coalición Azul y Blanco, encabezada por Gantz, obtendría entre 36 y 37 escaños en la Knesset, mientras que el derechista partido Likud, liderado por Netanyahu, obtendría entre 33 y 36 curules.

El Poder Legislativo israelí cuenta con 120 miembros y nunca en la historia un partido ha alcanzado la mayoría absoluta, por lo que la designación del primer ministro siempre depende de las capacidades que tienen los aspirantes para crear alianzas parlamentarias.

En esta ocasión, hay dos encuestas a pie de urna que señalan que son los partidos de derecha los que tienen más probabilidad de crear una coalición de gobierno, pero hay una tercera que indica que serán el bloque de centro-izquierda el que podrá hacerlo.

Así pues, ambos se han declarado vencedores.

"¡Ganamos! El público israelí se ha expresado. Estas elecciones tienen un claro ganador y un claro vencedor", dijo en una declaración la coalición Azul y Blanco.

Por su parte, Netanyahu afirmó en un mensaje de Twitter: "El bloque de derecha encabezado por el Likud triunfo de forma decisiva. Agradezco a los ciudadanos de Israel por su voto de confianza. Esta noche comenzaré la tarea de formar un gobierno de derecha con nuestros socios naturales".


La hora de la política

Tom Bateman, corresponsal de la BBC en Tel Aviv

Durante el acto realizado la noche de la elección a favor de Benny Gantz, un gran grito de celebración se escuchó cuando se divulgaron los resultados de las primeras encuestas de boca de urna.

Sus seguidores manifestaron confianza en que Israel podría estar a punto de tener un nuevo gobierno de centro.

"El cambio viene en camino", me dijo un activista en medio del bullicio de la celebración.

Pero el resultado está lejos de ser claro. Durante la última elección, las encuestas de boca de urna estuvieron dramáticamente equivocadas.

Y el verdadero juego de la política empieza ahora si se produce un resultado ajustado, cuando los dos principales partidos harán lobby ante el presidente de Israel para abogar por el derecho a iniciar conversaciones con miras a armar una coalición de gobierno.


 

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