Kim Jong-un ha ocupado una gran cantidad de titulares en 2018, ya sea por amenazar con la destrucción nuclear, por enfrentarse verbalmente con Donald Trump o por firmar acuerdos de paz.
Pero cada vez que él protagoniza las noticias, dos personas que no tienen nada que ver con él se benefician y se preparan para que sus teléfonos comiencen a sonar.
Howard X, un humorista político que vive en Hong Kong, y Minyong Kim, radicado en Seúl (Corea del Sur) y que usa el nombre profesional de Dragon Kim, son los únicos miembros de lo que llaman la Unión de Imitadores de Kim Jong-un, el líder de Corea del Norte.
Durante los últimos seis años, el dúo ha estado sacando provecho de su extraña semejanza con el líder norcoreano: ganan hasta US$13.000 por día, dicen, por trabajos que van desde protagonizar videojuegos o inaugurar centros comerciales hasta entretener invitados en fiestas de cumpleaños de los multimillonarios.
"Cada vez que Kim Jong-un hace algo, como disparar un misil o llamar a Trump 'dotard' -en inglés, alguien viejo y débil físicamente-, mi teléfono me consigue un trabajo", dice Howard. "Siempre es de último minuto, a veces con 24 horas de anticipación. Puede tratarse de casi cualquier cosa".
Minyong está en negociaciones con la cadena de comida Kentucky Fried Chicken para la grabación de un nuevo comercial, mientras que Howard fue contratado para presentarse en un evento en Macao junto con imitadores de Trump y del presidente ruso, Vladimir Putin.
Cuando Kim Jong-un llegó al poder en diciembre de 2011, Minyong todavía estaba en el servicio militar en Corea del Sur.
"Fue muy estresante", recuerda. "Cada vez que Kim Jong-un hacía o decía algo, mis superiores y subalternos venían a mí y me decían: 'Todo es por ti, te pareces a él'".
Al terminar el servicio militar, persuadió a un barbero local para que le hiciera el corte de pelo característico de Kim Jong-un para la fiesta de Halloween.
"Literalmente, miles de personas me tomaron fotos y al día siguiente terminé en televisión", dice. "En un mes, varias empresas querían filmar comerciales conmigo".
Howard tiene una historia similar de fama de la noche a la mañana. Cuando publicó fotos de sí mismo como Kim en Facebook un Día de los Inocentes, las imágenes se volvieron virales y propulsaron su carrera, pero luego tuvo una gran lucha para lograr un buen corte de pelo.
"Al principio fue complicado, porque es extremadamente difícil encontrar una imagen de la parte posterior de su cabeza. Pero hice mi investigación, imprimí un montón de fotos, las llevé a donde un peluquero local y, después de un poco de experimentación, perfeccionó la apariencia. Ahora es mi estilista habitual", dice.
Dos imitadores diferentes
Los dos imitadores tienen enfoques muy diferentes en su trabajo. Minyong es un maestro de los acentos y ha perfeccionado el dialecto preciso y los modales vocales de Kim Jong-un para representarlo de la manera más realista posible.
Howard, que creció en Australia y no habla coreano, es sin lugar a dudas un provocador. "No hay fondo para mí. Puedo decir lo más escandaloso, políticamente incorrecto, y es gracioso porque viene del personaje de Kim Jong-un".
En los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebraron este año en Pyeongchang, Corea del Sur, Howard enfureció a la delegación de Corea del Norte al presentarse en diferentes lugares. "Más tarde, un traductor me dijo que gritaban: '¿Cómo te atreves a hacer esto?'".
Minyong también se ha enfrentado a las críticas de los trabajadores humanitarios de Corea del Sur que intentan ayudar a los refugiados norcoreanos que han huido de su país. "Están preocupados de que al hacer esto, las personas puedan desarrollar una imagen más positiva de Kim Jong-un", dice.
Durante un viaje a Nueva York, Minyong fue casi asaltado por un miembro del público que intentó darle un puñetazo, creyendo que en realidad era el líder de Corea del Norte.
"Un día, descubrí que mi cuenta de correo electrónico personal había sido hackeada", recuerda. "Y mi contraseña es bastante complicada, y nunca la cambié. Verifiqué la dirección IP donde se conectó por última vez, y estaba en algún lugar de China. Le informé a la agencia de inteligencia nacional y me dijeron que eran espías de Corea del Norte".
Minyong dice que consideró dejar de imitar al líder norcoreano a petición de su familia y amigos.
En 2014, la televisión surcoreana informó que Corea del Norte había advertido que cualquier persona que se hiciera pasar por Kim Jong-un sería castigada. Pero Minyong descubrió que no podía darle la espalda al dinero y la atención de los medios.
"Me di cuenta de que si hago esto y me opongo a las políticas de Kim Jong-un y digo cosas malas sobre él, posiblemente me maten o secuestren", dice.
Howard, por otro lado, es bastante optimista respecto a cualquier amenaza potencial. "El retroceso sería demasiado para ellos. Estoy realmente decepcionado de que Minyong haya sido hackeado y yo no, porque he hecho mucho más que él, en términos de insultar al líder".
En realidad, Howard está más preocupado por el hecho de que Minyong a menudo ha estado dispuesto a trabajar por tarifas mucho más baratas, lo que reduce sus posibles ganancias. Minyong a veces también se disfraza de Kim Jong-un para salir en la noches en Seúl, incluso cuando no le pagan.
"Cuando voy al centro, generalmente me visto como Kim Jong-un, porque soy tan popular que ni siquiera necesito llevar mi billetera", dice Minyong. "Los dueños de los bares siempre me dan comida y bebidas gratis, la gente me compra comida y bebidas, y obtengo entradas y bebidas gratis en todos los clubes famosos".
"Me vestiría como Kim Jong-un todos los días, pero mi novia odia el peinado", admite Minyong.
"Se queja cada vez que me hago un nuevo corte de pelo. También odia que, cuando voy a bares y clubes, las chicas quieren tomarse fotos conmigo, y algunas veces tratan de abrazarme y besarme. Comenzamos a salir antes de todo esto, y ella me dice que si hubiera sabido que yo iba a tener este trabajo, nunca hubiera salido conmigo".