La decisión de Trump de respaldar la soberanía de Israel sobre los Altos del Golán fue calificada de "histórica" por el primer ministro Benjamin Netayanhu al tiempo que desencadenó un torrente de críticas e incluso serias advertencias por parte de otros países.
Y es que la medida del presidente estadounidense supuso un cambio trascendental en cuanto a la política exterior de la primera potencia mundial.
Durante décadas, Estados Unidos y la mayor parte del mundo rechazaron la ocupación de Israel de los Altos del Golán, arrebatados a Siria en la guerra árabe-israelí de 1967.
"Para parafrasear el principio plasmado en la Carta de Naciones Unidas: no puedes quedarte la tierra que tomas, debes negociar su destino. Trump ha alterado eso", sentencia la periodista de la BBC Barbara Plett, especialista en política exterior estadounidense.
Trump dejó claras sus intenciones la semana pasada, cuando consideró que ya era hora de que "EE.UU. reconociera plenamente la soberanía de Israel sobre los Altos del Golán, que son de importancia estratégica y de seguridad crítica para el Estado de Israel y la estabilidad regional".
El lunes, firmó la declaración que selló ese compromiso y Netanyahu le agradeció el gesto desde la Casa Blanca, donde estuvo de visita, insistiendo en que "Israel consiguió los Altos del Golán en una guerra justa de defensa propia".
No obstante, hay pocas señales de que otros países sigan los pasos de Washington.
Siria describió lo ocurrido como una "bofetada" a la comunidad internacional y advirtió que estaba dispuesta a recuperar la zona "por todos los medios disponibles"; Rusia -que ha apoyado militarmente al presidente sirio Bashar al Asad en la guerra civil- alertó que la decisión puede desencadenar "una nueva oleada de tensiones" en Medio Oriente; y Turquía, que ha estado apoyando a la oposición siria, consideró "imposible" aceptar la posición de Trump y anunció que planea combatir esa postura en la ONU.
"El estatus de los Altos del Golán no ha cambiado", declaró por su parte un portavoz de Antonio Guterres, el secretario general de la ONU.
Pero, ¿cuál es la importancia de estos territorios y por qué Trump decidió cambiar la posición de la Casa Blanca ahora?
¿Qué son los Altos del Golán?
Se trata de una meseta rocosa a unos 60 kilómetros al suroeste de la capital de Siria, Damasco, y con un área de alrededor de 1.200 kilómetros cuadrados.
Israel arrebató la mayor parte de estos territorios a Siria en las últimas etapas de la Guerra de los Seis Días de 1967 y repelió un intento sirio de recuperar la región durante el conflicto de 1973.
Ambos países firmaron un acuerdo de armisticio un año después, que se centró principalmente en la declaración de un área de separación, una zona desmilitarizada de 70 kilómetros entre los territorios controlados por ambos países y patrullada por fuerzas de la ONU, como observadores.
No obstante, ambos países se mantuvieron técnicamente en guerra.
En 1981, el Parlamento de Israel aprobó una legislación que aplicó la "ley, jurisdicción y administración" israelí al Golán, un paso equivalente a la anexión.
La comunidad internacional no lo reconoció y mantuvo que los Altos del Golán eran territorio de Siria ocupado.
La resolución 497 del Consejo de Seguridad de la ONU declaró la decisión de Israel "nula e inválida, y sin efecto legal internacional".
Se calcula que hay más de 30 asentamientos judíos en esta zona, en los que viven unas 20.000 personas. Éstos conviven junto a otros 20.000 sirios, la mayoría de ellos árabes drusos, que no huyeron cuando los Altos del Golán fueron anexionados.
¿Por qué son tan importantes?
Los Altos del Golán tienen una importancia crucial tanto política como estratégica.
El sur de Siria y su capital, Damasco, son visibles desde los puntos más altos del Golán.
Desde allí, por ejemplo, Siria usó artillería contra la parte norte de Israel durante 1948 a 1967, cuando la zona aún controlaban la zona.
El área ofrece ahora una significante ventaja a Israel para controlar los movimientos de los sirios. La topografía del lugar, además, es una barrera natural contra cualquier golpe militar por parte de Siria.
El Golán también es una fuente clave de agua para una región tradicionalmente árida. El agua de la lluvia que cae en la cuenca del Golán desemboca en el río Jordán y la zona es fuente de la tercera parte del suministro de agua de Israel.
La tierra es fértil y el suelo volcánico es utilizado para la viticultura y arboricultura, así como para criar ganado.
Entre otras cosas, el Golán es también el único lugar donde Israel tiene un complejo de esquí.
¿Hay posibilidades de que Israel devuelva esos territorios?
Siria quiere que se garantice la devolución de los Altos del Golán como parte de cualquier acuerdo de paz.
A finales de 2003, el presidente sirio Al Asad dijo que estaba preparado para retomar los diálogos de paz con Israel.
Durante las conversaciones, que tuvieron mediación estadounidense entre 1999 y 2000, el entonces primer ministro de Israel, Ehud Barak, ofreció devolver la mayor parte de la zona a Siria.
Pero el principal escollo de las negociaciones de 1999 es probable que ensombrezca cualquier futuro diálogo.
Siria quiere una retirada completa de Israel para volver a la frontera previa a 1967, lo que daría a Damasco el control de la costa oriental del mar de Galilea, la principal fuente de agua dulce de Israel.
Israel y Siria retomaron al diálogo de manera indirecta en 2008, a través de intermediarios del gobierno turco, pero estas conversaciones volvieron a ser suspendidas tras la dimisión del primer ministro israelí Ehud Olmert por una investigación sobre corrupción.
Cuando Benjamin Netanyahu fue elegido en febrero de 2009, ya indicó que estaba dispuesto a endurecer su posición respecto al Golán y pocos meses después Siria dijo que no tenía ningún socio con el que negociar por la parte israelí.
El gobierno de Barack Obama anunció que la reactivación del diálogo entre Israel y Siria era uno de sus objetivos principales en política exterior, pero el estallido de la guerra civil en Siria en 2011 puso fin a cualquier progreso al respecto.
¿Por qué Trump decidió cambiar la postura de Estados Unidos sobre este asunto?
Análisis de Barbara Plett, periodista de la BBC especializada en política exterior estadounidense
La idea de que Estados Unidos reconozca la soberanía de Israel en los territorios ocupados de los Altos del Golán lleva bastante tiempo siendo evaluada por parte del ejecutivo de Trump y ha sido impulsada con mayor intensidad por funcionarios israelíes en los últimos meses.
Trump dijo que tomó la decisión por razones de seguridad y estratégicas, en referencia a Irán.
Su gobierno está convencido de que Irán está utilizando Siria como base para apuntar contra Israel, y los Altos del Golán son la primera línea.
Se trata de un argumento contundente para la Casa Blanca y algunos miembros del Congreso, y uno promovido con fuerte ímpetu por los israelíes.
Pero el reconocimiento formal de la soberanía de Israel sobre los Altos del Golán no cambia nada en el terreno: Israel ya actúa con total autoridad militar allí.
Por ello, numerosos observadores y analistas tanto en Israel como en Washington consideran que el presidente hizo el anuncio ahora para dar un impulso a Netanyahu en las elecciones de abril, que se prevén reñidas.
Si es así, estas fuentes argumentan que es una decisión que viola importantes principios de la ley internacional: Trump acaba de avalar la toma de un territorio y no tendrá autoridad moral para criticar a Rusia por hacer lo mismo en Crimea.