Investigadores problematizaron sobre si las cortinas de plástico dispuestas en locales comerciales efectivamente son útiles para detener la propagación del coronavirus.
Y es que, a más de un año de iniciada la pandemia, diversos recintos han impulsado la utilización de cortinas de plástico, principalmente en las cajas, para separar espacios, intentando evitar circulación de aerosoles que contengan el coronavirus.
Según recogió The New York Times, tal creencia sería refutada por expertos, pues solo generaría una falsa sensación de seguridad. De hecho, las barreras podrían empeorar las cosas.
En condiciones normales, las partículas del aliento exhalado en tiendas, salas y oficinas se dispersan, arrastradas por corrientes de aire y dependiendo del sistema de ventilación en el lugar, y sustituidas por aire fresco cada 15 o 30 minutos.
Al respecto, la profesora de ingeniería civil y ambiental de Virginia Tech, Linsey Marr, afirmó que "si tienes un bosque de barreras en un aula, va a interferir con la ventilación adecuada de esa habitación".
"Los aerosoles de todo el mundo van a quedar atrapados y atascados allí y se van a cumular y acabarán extendiéndose más allá de tu propio escritorio", agregó.
Ahora bien. ¿Las barreras de plástico son inservibles? No del todo. Y es que las cortinas impiden que grandes gotas expulsadas durante la tos y estornudos salpiquen a otras personas. Sin embargo, el COVID-19 se propaga por partículas invisibles.
"Una forma de pensar en las barreras de plástico es que son buenas para bloquear cosas como los escupitajos, pero ineficaces para cosas como el humo de los cigarrillos", dijo Linsey Marr.
Si bien aún no hay una conclusión completa respecto al tema, el decano de ingeniería de la Universidad de California, Richard Corsi, fue enfático en señalar que cada espacio "es diferente en cuanto a la disposición de los muebles, la altura de las paredes y los techos, las rejillas de ventilación, dónde están las estanterías. Todas estas cosas tienen un gran impacto en el flujo real y la distribución del aire en una habitación porque cada aula o espacio de oficina es diferente".