AFP

Dos días después del descubrimiento de un camión con 71 cadáveres en su interior, probablemente refugiados sirios, la policía austríaca anunció el sábado la interceptación de otro camión con migrantes a bordo, entre ellos tres menores con un "grave estado de deshidratación".

La detección del último vehículo tuvo lugar el viernes por la mañana en el oeste de Austria, indicaron las fuerzas del orden, que informaron de la presencia de 26 migrantes a bordo, cuyo estado de salud estaba "muy deteriorado".

"Si el trayecto hubiera continuado, la situación podría haber sido crítica", dijo un portavoz policial a la AFP.

El vehículo, al que la policía persiguió hasta que consiguió que se desviara hacia la cuneta de una carretera cercana a la localidad de Braunau am Inn, transportaba 26 "extranjeros en situación ilegal" de Siria, Bangladés y Afganistán, que indicaron su deseo de viajar a Alemania, según la policía.

La interceptación del camión tuvo lugar un día después del descubrimiento de un vehículo similar abandonado en una carretera del este de Austria, cerca de Hungría, con 71 cadáveres de migrantes en descomposición

Tres búlgaros y un afgano, detenidos el viernes en Hungría en el marco de la investigación sobre esta tragedia, comparecieron el sábado ante el tribunal de Kecskemet, localidad situada a medio camino entre Budapest y la frontera serbia.

La justicia los acusa de ser "ejecutores" de una banda de tráfico de seres humanos y la fiscalía solicitó prisión preventiva para los cuatro hombres durante un mes por "la naturaleza excepcional del crimen". Los magistrados aceptaron la propuesta del ministerio público.

Según los primeros elementos de la investigación, los 59 hombres, ocho mujeres y cuatro niños murieron asfixiados en el camión.

'Crisis de solidaridad' 

El macabro hallazgo de Austria es uno de los últimos episodios de la crisis migratoria en la que miles de personas murieron en los últimos meses, especialmente en el mar Mediterráneo. Las víctimas eran en ocasiones familias enteras que huían de la guerra o de la miseria y que pusieron sus esperanzas en manos de unos traficantes sin escrúpulos. 

Y, el sábado, un migrante de 17 años murió "probablemente" por disparos de bala en una persecución de la policía portuaria griega en el mar Egeo contra un barco de traficantes, indicó el ministerio de la Marina Mercante.

Según las primeras informaciones, se habrían producido enfrentamientos e intercambios de disparos en la embarcación entre los policías y los tres traficantes turcos, antes de que fueran detenidos.

En un contexto de reticencia de muchos Estados europeos a dar asilo a decenas de miles de refugiados, especialmente sirios, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon hizo un llamamiento a poner en marcha "canales legales y seguros de migración".

Para Ban, la crisis migratoria en Europa es una "crisis de solidaridad, no una crisis de cifras".

Los refugiados sirios e iraquíes, que huyen de la guerra en sus países, suelen tomar la "ruta de los Balcanes del oeste", de donde procedían probablemente los migrantes hallados muertos en Austria. En esta región, se les unen migrantes albaneses, kosovares o serbios, que buscan una mejor vida.

Grupos de varias decenas de personas seguían atravesando el sábado por la mañana la frontera entre Grecia y Macedonia, constató una periodista de la AFP. El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) habla de "unas 1.500 personas por día".

La mayoría de estos migrantes continúan su ruta a pie a través de Macedonia y Serbia, antes de llegar a la frontera con Hungría, país de la UE que ha registrado más de 140.000 llegadas desde comienzos de año.

Para intentar impedir su entrada, Hungría acabó el sábado de instalar un valla compuesta de tres alambradas superpuestas a lo largo de sus 175 kilómetros de frontera con Serbia, anunció el ministerio de Defensa. Este dispositivo se completará más tarde con una empalizada de cuatro metros.

Manifestación antixenófoba en Dresde 

En Alemania, país que espera albergar 800.000 demandantes de asilo en 2015, cientos de manifestantes -1.000 según la policía, 5.000 según los organizadores- desfilaron este sábado en Dresde (Sajonia, este de Alemania) para dar la "bienvenida" a los refugiados en este estado regional, escenario de recientes incidentes xenófobos.

Evan Mendl, maestra, acudió a la manifestación para mostrar su oposición al "odio contra los refugiados, que vienen aquí porque no pueden vivir en sus países, porque han padecido la guerra".

Tras una semana marcada por varios incidentes contra refugiados en Alemania, los medios de comunicación y varias personalidades se movilizan a su favor, con el objetivo de ofrecer una imagen de tierra de acogida.

"Nosotros ayudamos", proclamaba el sábado la portada del popular diario Bild, el más leído en Europa, que ha decidido iniciar "una gran operación de ayuda" a favor de los refugiados para "mostrar que (...) los xenófobos no gritan" en nombre de los alemanes.

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