El Servicio Secreto de Estados Unidos ha implementado una innovadora medida de protección con el objetivo de reforzar la seguridad en la residencia del nuevo presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en Palm Beach, Florida. Utilizan "robots caninos" de alta tecnología.
Estos "perros robóticos" están avaluados en 75 mil dólares y patrullan los alrededores de Mar-a-Lago, donde queda ubicada la residencia de Donald Trump, junto a los agentes del Servicio Secreto, marcando una innovadora medida en los protocolos de seguridad presidencial.
Según la información que consigna INFOBAE, estos robots están equipados con sensores avanzados capaces de detectar amenazas como explosivos y sustancias químicas. Además, cuentan con cámaras térmicas y sistemas de zoom de alta resolución, lo que les permite realizar una vigilancia extensa y detallada, monitoreando grandes áreas con precisión.
En ese sentido, Anthony Guglielmi, director de comunicaciones del Servicio Secreto, destacó en declaraciones a Nexstar que "la protección del presidente electo es una prioridad absoluta", aunque no ofreció detalles sobre el funcionamiento exacto de los robots.
El perro robótico fue captado moviéndose de manera mecánica sobre el césped, entre las palmeras que rodean la finca en Palm Beac hace unas semanas, por lo que se puede ver en una publicación de The New York Post. En su costado se puede leer claramente una advertencia que dice: "NO ACARICIAR".
El presidente electo, quien sobrevivió a dos intentos de asesinato durante la campaña presidencial de este año, ha estado trabajando en Mar-a-Lago para organizar a su equipo y preparar su administración, tras su contundente victoria sobre la vicepresidenta Kamala Harris en las elecciones.
El año pasado, tras el colapso de un estacionamiento en el Bajo Manhattan, el Departamento de Bomberos de Nueva York desplegó un perro robótico valorado en 75,000 dólares para buscar sobrevivientes y evaluar los daños de una tragedia que dejó un muerto y cinco heridos.
Además de su uso en situaciones de emergencia, los perros robóticos también tienen aplicaciones en el ámbito militar.
Los dispositivos forman parte del programa ASTRO (Sistemas Autónomos y Operación Robótica Técnica) y se consideran un elemento clave en la modernización de la seguridad presidencial.
Estos avances tecnológicos no se limitan solo a los robots caninos. Durante la Cumbre de la OTAN 2024, un funcionario del Servicio Secreto resaltó los avances continuos de los prototipos, que mejoran constantemente gracias a las actualizaciones de software. Esta evolución permite optimizar el rendimiento de los robots, adaptándolos a nuevas amenazas.
El sistema de seguridad en Mar-a-Lago también incluye la presencia de la Guardia Costera en el Lago Worth Lagoon, sumando una capa adicional de protección. Esta intensificación en las medidas de seguridad responde a amenazas previas, como el complot desmantelado por el FBI en 2023, que involucraba un intento de asesinato contra Trump, presuntamente respaldado por Irán.
El uso de robots caninos y otras tecnologías avanzadas refuerza el enfoque innovador del Servicio Secreto en la protección presidencial. En conversación con The Hill, Guglielmi destacó la utilidad de estos dispositivos, mencionando que "están equipados con tecnología de vigilancia y sensores avanzados, lo que complementa nuestras operaciones de protección y mejora la respuesta ante posibles amenazas".
La combinación de estos "perros robóticos" con las patrullas de la Guardia Costera y el sistema de vigilancia armado tanto en tierra como en el mar refuerza las medidas de seguridad en Mar-a-Lago, demostrando cómo las nuevas tecnologías están transformando los protocolos de protección para líderes de alto estándar.