Sin batería en el celular, se durmieron donde no era, tenían tremenda resaca, perdieron el bus de retorno.

Al día siguiente del concierto del Indio Solari en Argentina, decenas de desaparecidos se añadían al trágico saldo de dos muertos y decenas de heridos.

El hospital de Olavarría, la ciudad de 100.000 habitantes que hospedó el recital del músico más popular en Argentina, era junto a la Comisaría el lugar donde la gente iba a buscar a sus familiares el domingo.

Se veían madres llorando y padres consternados porque el bus de retorno partía en minutos y su hijo no aparecía.

A la angustia se sumaban los rumores, luego desmentidos, de que el número de muertos era superior.

Según Red Solidaria, un movimiento que busca personas en escenarios de catástrofe, el domingo a las 7 de la mañana habían 66 desaparecidos.

Para la mañana del miércoles, son 4 personas.

"No celebro porque hay dos muertos, pero para 66 desparecidos nos ha ido muy bien", le dice Juan Carr, fundador de Red Solidaria, a BBC Mundo.

El ministerio de Seguridad, por otro lado, ha dicho que solo contemplan desaparecidos que han sido denunciados y explica que se han encontrado a 5 de 6 denunciados.

Por redes

Facundo Pedrini, periodista del cadena popular Crónica, fue uno de los artífices de la búsqueda durante los últimos días a través de su cuenta de Twitter, @facu_pedrini.

Armó un documento público en Google al que la gente podía subir información sobre los desaparecidos.

Y gracias a eso, estima Carr, se encontró a la mayoría.

"Yo no los llamaría desaparecidos, sino incomunicados", añade Pedrini a BBC Mundo.

Para un pueblo de 100.000 habitantes, tener que hospedar a más de los 300.000 que asistieron al recital fue un desafío colosal.

Las señales de celular estaban caídas, las salidas de la ciudad estancadas y la terminal de buses colapsada.

"En ese caos, mucha gente se quedó varada por falta de comunicación", explica Padrini.

"No tenían plata, algunos fueron asaltados, los buses se fueron con sus pertenencias".

Muchos de los que después aparecieron salieron de Olavarría, sin decirle a nadie, en camiones de construcción. Las fotos de los platones abarrotados de gente se volvieron virales.

Con las enormes distancias del territorio argentino, teniendo que pedir aventones de un lugar a otro, sin plata, con carreteas colapsadas a la salida de Olavarría, es apenas normal tardar cuatro o más días para llegar de un lugar a otro.

A los conciertos del Indio, además, va gente de cada rincón del país.

"Unos llegaban a sus casas como quien fue a comprar pan; otros entre llantos y euforia", dice Carr.

"Gente muy humilde"

El Indio Solari es uno de los íconos populares más importantes de Argentina.

Líder del grupo de rock Patricio Rey y los Redonditos de Ricota, Solari se convirtió en una figura de culto gracias a sus letras, el misterio alrededor de su carrera y un perfil de contracultura y antiestablecimiento.

"A mí, que he trabajado con gente pobre toda mi vida, me sorprende la capacidad del Indio Solari de lograr un código que junta a sectores muy marginales de la sociedad", dice Carr, activista que ha sido nominado varias veces al Nobel de paz.

Y ese carácter marginal de muchos de los asistentes al concierto fue, en parte, algo que complicó las labores de búsqueda.

"Mucha de esta gente no te va a formalizar una denuncia, si ni siquiera saben cómo se hace", explica Carr.

Y debido al perfil del llamado "ricotero" y a la manera caótica como se dio el concierto, es difícil saber cuántas personas exactamente siguen desaparecidas.

Los argentinos esperan que solo sea cuestión de que no tienen batería.

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