El ministro de la Cancillería alemana, Helge Braun, se manifestó este lunes a favor de que exista una "mayor obligatoriedad" en lo que respecta a las medidas para impedir que se importen contagios de las zonas consideradas de riesgo por el instituto epidemiológico Robert Koch (RKI).
En una entrevista en la emisora RBB, Braun manifestó la "preocupación" del Gobierno ante el "claro incremento" de los contagios en los últimos días y argumentó que los test voluntarios solo alcanzan al sector de la población que ya es de por sí cuidadoso.
Por este motivo, el responsable de la Cancillería celebró el anuncio del ministro de Sanidad Jens Spahn, que había avanzado a lo largo del fin de semana que estudiaría la viabilidad legal de imponer los test a los viajeros procedentes de zonas de riesgo.
Partido Demócrata Liberal y Unión Social Cristiana, a favor de test
Varios políticos, entre ellos el jefe del grupo parlamentario de los conservadores bávaros (CSU), Alexander Dobrindt, y el líder del partido liberal FDP, Christian Lindner, se manifestaron también a favor de los test obligatorios.
Éste último afirmó en una entrevista en la cadena pública ZDF que los test obligatorios no deben ser un "tabú", aunque defendió que particularmente los turistas, que asumen el riesgo del contagio "de forma voluntaria", deben "admitir la posibilidad de pagar ellos mismos la prueba".
En la lista del RKI se encuentran aproximadamente 130 países y regiones de todo el mundo, entre ellos EE.UU., Turquía e Israel, aunque, por el momento, Luxemburgo es el único estado miembro de la Unión Europea (UE) que cuenta con esta clasificación.
El viernes, los responsables de Sanidad del Gobierno federal y de los estados federados acordaron que los pasajeros procedentes de estas zonas tengan la posibilidad someterse a test de COVID-19 gratuitos en los aeropuertos, evitando así la cuarentena obligatoria de 14 días.
Además, anunciaron que también el resto de pasajeros podrían solicitar la prueba de forma voluntaria, aunque no en el aeropuerto, sino a través de sus médicos de cabecera u oficinas de sanidad locales, en un plazo de 72 horas a partir de su llegada.
Los aeropuertos de Múnich, Colonia/Bonn, Düsseldorf, Núremberg y Dortmund comenzaron a ofrecer los test in situ el pasado sábado y está previsto que esta semana se les sumen también los de Berlín, entre otros.
Este lunes, el RKI anunció que en las últimas 24 horas ha registrado 340 nuevos casos de COVID-19 en Alemania, aunque todo apunta a que la cifra, que a finales de la semana pasada sobrepasó los 800 casos diarios, está incompleta por no estar actualizada durante el fin de semana.
Este sábado el aumento de los nuevos contagios confirmados de coronavirus en Alemania movió al primer ministro del estado federado de Sajonia (este de Alemania), Michael Kretschmer, a aludir a que ya se ha producido la llegada de una segunda oleada de la pandemia.
"La segunda ola ya está ahí. Cada día tenemos nuevos focos de infección que pueden dar origen a altas cifras de contagios", dijo Kretschmer en declaraciones al diario Rhenischer Post.