Visita sorpresa. El martes 28 de febrero por la mañana, Mario Marcel tenía en su agenda una visita a La Moneda para sostener una reunión bilateral de trabajo con el Presidente Gabriel Boric. Pero lo que recibieron en Hacienda fue una llamada inesperada: sería el Mandatario quien acudiría al ministerio, pues además aprovecharía de saludar a los funcionarios.
Gabriel Boric caminó el escaso trayecto hasta Teatinos 120. Saludó al personal del lobby y subió hasta piso 12. Entró al despacho de Marcel y estuvieron hablando durante unos 45 minutos.
“La reunión que tuvimos con el Presidente fue básicamente para conversar sobre las perspectivas de la economía”, informó Marcel. “Revisamos la agenda legislativa que tenemos, que es bien intensa para los próximos días”. Entre ellas está la Reforma Tributaria, un proyecto central para el financiamiento del programa de gobierno.
- Luego el Presidente subió al piso 13, donde les habló a decenas de funcionarios y se sacó numerosas fotografías. La anécdota se acompaña de un dato y una lectura: no existen recuerdos en Hacienda de un Presidente acudiendo a esas dependencias, lo cual proyecta como símbolo el poder sin contrapesos de Marcel.
Defensivo. Durante 2022, Marcel debió presentar dos reformas duras: la Tributaria y la Previsional. En ambos casos se encontró con la resistencia del sector privado.
- Un dirigente comenta que en esos meses veía a Marcel “sobrepasado” por el ala izquierda del gobierno, con el PC involucrado en la iniciativa impositiva. La propuesta de impuesto a los altos patrimonios se tomó como un signo contrario a las inversiones, que se sumó a la desconfianza que provocaban en los gremios empresariales figuras frenteamplistas como Nicolás Grau (ministro de Economía).
- Otro personero recuerda que incluso Giorgio Jackson estaba encima de las iniciativas tributaria y previsional. Intervenía en el articulado de ambos proyectos de ley.
- Por otra parte, Marcel debió cortar entre medio el impulso reformador del subsecretario José Miguel Ahumada (Subrei), quien en mayo propuso una consulta ciudadana para “legitimar” los tratados de libre comercio. En Socialismo Democrático sostienen que fue una parada de carros necesaria, pero insuficiente: Ahumada contaba con el respaldo presidencial en la renegociación del acuerdo con la Unión Europea y su rechazo al TPP11. Además, la canciller Antonia Urrejola estaba debilitada por Ahumada y La Moneda.
- El debate se desarrolló en medio de propuestas radicales de la Convención Constitucional, la salida de capitales, una espiral inflacionaria, alzas récord de la Tasa de Política Monetaria, la profundización del crimen organizado y la votación ajustada (y rechazada) de un quinto retiro previsional.
- Marcel viajó a Nueva York, Washington y Londres a dar garantías de que el gobierno sería fiscalmente responsable, lo que cumplió. Y, como todo ministro de Hacienda, se dedicó a ver el vaso medio lleno de todas las cifras y proyecciones económicas.
A la ofensiva. Para algunos economistas, parlamentarios y funcionarios consultados a lo largo de varias semanas, si el gobierno tenía en 2022 una cierta “dependencia” de Marcel para navegar en medio de la incertidumbre constituyente y un programa económico más radical que en las administraciones previas, en 2023 se espera que pase de la defensiva a la ofensiva. En particular, que la reactivación económica pregonada por el ministro consolide un cambio de dirección definitivo de Boric hacia la centroizquierda tras el próximo cambio en los equipos del gabinete.
- La dupla de Marcel con la ministra del Interior, Carolina Tohá (los mejores evaluados del gabinete según Criteria), le permitió al titular de Hacienda extender su influencia en el Comité Político. Después de todo, al inicio del gobierno debió aceptar que gran parte de la agenda en áreas como la seguridad pública quedara en manos de Izkia Siches, y que en la relación con el Congreso tuviera que trabajar el doble para compensar los déficits de Giorgio Jackson en la Segpres. En ambos casos, Marcel recurrió a los subsecretarios Manuel Monsalve (Interior) y especialmente Macarena Lobos (Segpres).
- El eje de poder se movió hacia el Socialismo Democrático tras el triunfo del Rechazo. Las señales ahora apuntan a que el Presidente Boric está dispuesto a un giro más profundo en esa dirección. Ejemplos de áreas sensibles para la economía política en 2023:
Retiros: el proyecto de ley de un sexto retiro anunciado por la diputada Pamela Jiles generará mucho ruido. Las dos ministras comunistas más importantes del gabinete, Camila Vallejo (Segegob) y Jeannette Jara (Trabajo), están alineadas con Marcel en su rechazo a esa propuesta. Hay dos opciones para desactivarlo: 1) Vlado Mirosevic (PL) dijo en radio Universo que lo mejor es votarlo (y rechazarlo) cuanto antes sea posible; 2) en el gobierno estudian si existe otra manera de ver la inadmisibilidad de la iniciativa por vulnerar la Constitución.
Reforma Tributaria: existe una aceptación tácita en el Congreso de que el impuesto a los “súper ricos” quedará fuera. La CPC ha propuesto subir la tasa del impuesto corporativo. Marcel ahora se hallaría entre medio frente a un mejor escenario político: un oficialismo con menor división frente a una oposición “tradicional” de la derecha. Según un artículo de La Segunda, Chile Vamos votará en contra de ese proyecto cuando se discuta en la Sala de la Cámara de Diputados la próxima semana.
Reforma Previsional: la derecha elabora un proyecto “alternativo”. Desde el punto de vista político, Marcel y la ministra del Trabajo tienen, en la adversidad, una ventaja: el oficialismo relativamente ordenado. No obstante, también es vox populi entre parlamentarios y funcionarios que el Ejecutivo tendrá que “sacrificar” el diseño original de las cuentas nocionales (6% extra de cotización) y del Administrador Previsional Autónomo (APA). En la Cámara, el debate más duro se dará en la Comisión de Hacienda.
Isapres: la ministra de Salud, Ximena Aguilera, avanza en una propuesta que activa un seguro complementario para Fonasa y una vía de escape a las isapres. Marcel se ha involucrado, pero no ha tomado el control de esa agenda.
Banco Central: para el ministro es indispensable que la entidad presidida por Rosanna Costa reduzca cuanto antes la tasa de interés. En esa decisión se juega incluso la probabilidad de que la economía se libre de una variación promedio negativa al cierre del año. Pero en ese camino, Marcel preservar la imagen de un Banco Central autónomo, como lo reforzó en una carta a The Economist el 2 de marzo.
Proceso constituyente: por ahora no se incluye como un riesgo elevado en las estimaciones públicas y privadas.
Comparaciones. En materia de recuerdos, personeros que han trabajado en gobiernos anteriores plantean que la función de Marcel tiene un cierto paralelo con el rol que asumió Andrés Velasco en la primera administración de Michelle Bachelet: un gobernante sin expertise en economía que acepta los límites planteados por su ministro de Hacienda y, además, en un contexto de crisis.
- Otros se acuerdan de papeles similares que jugaron en los años 90 Alejandro Foxley (con Patricio Aylwin) y Eduardo Aninat (con Eduardo Frei), aunque en esa época había dos coaliciones dominantes, mayor disciplina partidaria y un escenario con Augusto Pinochet aún presente en la política nacional.
- En el gobierno de Ricardo Lagos, Nicolás Eyzaguirre en Hacienda, y el propio Marcel como director de Presupuestos convencieron al Presidente de aplicar una regla fiscal que, en la práctica, imponía límites al gasto público. Fue una demostración de la ascendencia de Eyzaguirre, a quien en el sector privado describían como el “gerente general” del gobierno.
- En la década pasada, los ministros de Hacienda perdieron poder relativo. “Sebastián Piñera era el ministro de todo, y sus ministros eran como ‘subsecretarios'”, grafica un importante economista de la plaza. Y Alberto Arenas, que llegó empoderado en el segundo gobierno de Bachelet, se transformó en el primer titular de Hacienda desvinculado tras el retorno a la democracia. Su sucesor, Rodrigo Valdés, tampoco consiguió con la versión 2.0 de Bachelet la influencia de antaño y terminó renunciando.
- A diferencia de Velasco, sin embargo, Marcel entró a una administración más a la izquierda, ante un Congreso atomizado, con los coletazos de recesión profunda y en medio de un proceso constituyente que añadió incertidumbre.