La comida en el restaurante Ají Seco Místico. Según la Fiscalía, el 21 de septiembre, Monsalve utilizó la aplicación Signal para invitar a la denunciante a comer al día siguiente al restaurant Ají Seco Místico, ubicado en Enrique Mac Iver 366, en Santiago.

  • El 22 de septiembre, a las 18:00 horas, la pasó a buscar a su domicilio. En el local conversaron de distintos temas, relativos al trabajo y la vida personal. La denunciante consumió dos pisco sour y medio vaso de otro en tamaño catedral, de 330 ml. cada uno, de los cuales 180 ml. correspondían a pisco.
  • Tras eso, la funcionaria de la Subsecretaría del Interior declaró no recordar nada.
  • Estuvieron en el lugar alrededor de cuatro horas y el consumo —que incluyó platos de comida peruana— bordeó los $114 mil, pagados en efectivo por Monsalve.

El trayecto al hotel. El relato de la Fiscalía incluyó el rastreo de las cámaras de seguridad del sector —como las de la Unidad Operativa de Control del Tránsito (UOCT)—, lo que permitió determinar que Monsalve y la denunciante llegaron al Hotel Panamericano pasada la medianoche en un taxi.

  • Los videos también permitieron al equipo del fiscal Xavier Armendáriz identificar -gracias a la patente- al taxista que los transportó y tomarle declaración, diligencia que se concretó el 17 y el 29 de octubre.
  • El chofer señaló ante la Fiscalía y la PDI que la mujer quiso entrar al vehículo por la ventana del conductor y que el ex subsecretario se encontraba en mejor estado que la denunciante.
  • La carrera, según el taxista, tenía un valor de $3 mil, pero Monsalve le pagó $20 mil en efectivo. Luego, volvió a pagarle otros $20 mil —también al contado— cuando los recondujo al hotel.

La llegada al Panamericano. Durante la audiencia se dio lectura a las declaraciones de dos recepcionistas del Hotel Panamericano. El primero sostuvo ante la PDI que entre las 00:30 y la 01:00 horas del 23 de septiembre Monsalve llegó al lugar acompañado de una mujer a quien no había visto antes. La ex autoridad lo saludó y se fue por el pasillo para tomar el ascensor.

  • Según el conserje, poco después Monsalve bajó solo a la recepción diciendo que no funcionaba la llave de su habitación —la 719, según consta en el registro de pasajeros del hotel—, y pidió otra tarjeta magnética.
  • El segundo recepcionista declaró que a eso de la medianoche del 22 de septiembre llegó Monsalve al hotel, vestido con colores oscuros. Iba acompañado de una mujer joven —dijo—, que al caminar al ascensor parecía inestable, y en mal estado.
  • Por ello, añadió, el ex subsecretario la tomó de la cintura y el brazo, e hizo un gesto en referencia a cómo estaba su acompañante.
  • El conserje aseguró que Monsalve estaba bajo la influencia del alcohol, pero más consciente que la denunciante.

La agresión del 23 de septiembre. Basándose en su declaración, el Ministerio Público planteó que la presunta víctima despertó el 23 de septiembre en una cama al lado de Monsalve, sin recordar nada, y con manchas de sangre y olor a vómitos alrededor. Su celular no tenía batería y ella estaba sin ropa. No había luz, estaba mareada y semiconsciente, por lo que el imputado le habría dado dos pastillas.

  • A los pocos minutos, observó una marca en su cuerpo. Según su relato, Monsalve le habría respondido que quizás había sido ella misma quien se la hizo.
  • Tras ello, sin mediar consentimiento alguno, habría intentado tener relaciones sexuales con la denunciante, a lo que ella no accedió. La mujer se vistió para salir del lugar.
  • Antes de que abandonara la habitación, de acuerdo al mismo relato, Monsalve le dijo a la denunciante que esperaba que después de lo ocurrido no se arrancara de él.
  • Al llegar a su residencia, la denunciante se dio cuenta de que tenía un golpe en la cabeza. Se sintió vacía y muy mal anímicamente.
  • Ese día, ni Monsalve ni la mujer fueron a trabajar.

Contacto con funcionario al que se le atribuye cercanía con Boric. El 24 de septiembre, la denunciante volvió a la oficina. Ese día llamó a Rodrigo Candia, uno de sus amigos más cercanos de la universidad. A él le contó que no recordaba lo que ocurrió esa noche, que despertó junto a Monsalve y que ambos estaban desnudos.

  • También conversó por separado con Ricardo Lillo y Catalina Arrey, funcionarios de la Subsecretaría del Interior. Lillo le recomendó ir al Servicio Médico Legal, pero ella no accedió.
  • A la periodista Ilse Sepúlveda también le comentó lo ocurrido. Inicialmente, la apoyó pero luego —frente a su padre— tuvo una actitud diferente y le sugirió no denunciar.
  • Entre los contactados aparece Camilo Araneda, funcionario de la División de Gobierno Interior y a quien se le atribuye una relación más estrecha con el Presidente Boric.
  • El 28 de septiembre, pidió una licencia médica. Ese día, asistió a Integramédica: producto del llanto constante tenía un derrame en los ojos. El médico que la atendió le recomendó denunciar y la derivó con un psicólogo, quien hizo la misma sugerencia.

La reunión con Monsalve. El 2 de octubre, volvió a trabajar y tuvo una reunión con la Dirección de Presupuesto a la que Monsalve asistió. Era la primera vez que lo veía tras la presunta agresión. Luego, la citó a su oficina y conversaron respecto a lo ocurrido el 22 y 23 de septiembre. Él dijo no recordar lo que había sucedido.

  • La denunciante le habría dicho que ella no consintió tener relaciones sexuales.
  • Monsalve habría estado más preocupado por cuidar su carrera política y desviaba la conversación a ese tema.
  • En días posteriores a los hechos, la ex autoridad intentó contactar a la presunta víctima dejándole llamadas perdidas y mensajes por Signal.

El delivery y las gestiones de la PDI. Monsalve ordenó gestiones a la sección de Inteligencia de la PDI. Dijo que no recordaba lo que le había ocurrido y que quería tener claridad.

  • El 12 de octubre, llegaron al departamento de la denunciante efectivos de la PDI simulando llevar un sándwich a través de un delivery. Se insistió en que la comida era para ella y fue su padre a recibirlos. Los policías actuaban a pedido de Monsalve.
  • El 15 de octubre, después de la denuncia, funcionarios de la PDI realizaron las primeras diligencias en el hotel y el restaurant y se percataron de que funcionarios de la BIPE ya habían estado en esos lugares.
  • Esa misma noche, se levantaron evidencias en la pieza de Monsalve, se le realizó un hisopado bucal y se le incautó su celular. Tras ello, comenzó una extensa investigación, en que se tomó declaración a familiares, amigos, médicos, compañeros de trabajo y autoridades.

El primer episodio. Según la Fiscalía, la presunta víctima llegó a trabajar a Interior a mediados de 2023 luego de que Gustavo Herrera -entonces integrante del círculo de confianza de Monsalve- se contactara con su padre, a quien el ex subsecretario conocía hace años. El 3 de agosto de 2024 la denunciante tuvo su primer contacto laboral con el Monsalve, quien el 9 de agosto la invitó por mensaje a tomar un café. Ella pensó que su trabajo estaba bien evaluado.

  • El 16 de agosto, Monsalve le recomendó usar Signal para comunicarse. Por esa plataforma, el 31 de ese mes, la invitó a almorzar el domingo 1 de septiembre en el mall Costanera Center. Ella creía que era una reunión laboral.
  • Al terminar de comer, bajaron a un parque aledaño, donde el imputado empezó a conversar sobre la vida sentimental, la besó en la mejilla y luego intentó besarla en la boca.
  • Al día siguiente, Gabriel de la Fuente —jefe de gabinete y hombre muy cercano de Monsalve—, le comunicó nuevas funciones y un aumento de sueldo en la Subsecretaría. Sus labores incluirían hospedarse y tomar desayuno con el subsecretario en sus giras.
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