Quién es. Todd Mercer es licenciado en artes, con un máster en estudios internacionales por la Universidad de Sídney. Es un funcionario de carrera en el Departamento de Relaciones Exteriores y Comercio de Australia. Entre sus responsabilidades estuvieron ser alto comisionado ante Brunéi y ya antes estuvo en Chile como jefe de misión adjunto (2003-2006) y en México (2012). Casado con una chilena desde hace 31 años, es el embajador de Australia en Chile desde 2020.
-En 2009 comenzó a regir el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Chile y Australia. Transcurrido todo este tiempo, ¿se cumplieron las expectativas?
-Ha cumplido nuestras expectativas. En ese momento fue el quinto TLC que habíamos negociado y el primero con un país latinoamericano. Como en todos nuestros tratados de alta calidad, fue muy liberalizador, abrió los mercados australiano y chileno para la otra parte, para nuestros bienes y servicios con muy pocas excepciones.
Abrió otras áreas, como las compras públicas. De hecho, yo negocié ese capítulo de compras públicas en ese tratado, y también en el TPP. Abrí el mercado a nuestras empresas, para participar en las compras públicas, por sobre los umbrales.
También se crea cierta seguridad para los inversionistas. Tenemos una inversión muy importante, especialmente en el sector minero acá en Chile.
-¿Hay certidumbre jurídica en Chile para esas inversiones?
-No tenemos un historial de acciones jurídicas de parte de empresas australianas en Chile. En el TLC bilateral, existe una sección del capítulo sobre inversiones, sobre la resolución de disputas inversionistas-Estados (ISDS, por sus siglas en inglés). Existe eso en el TPP11 y en casi todos los tratados de libre comercio. Entonces, es muy importante no interpretar la existencia del ISDS en un tratado como una declaración de una falta de confianza en el otro mercado.
-¿Entonces por qué existe el ISDS?
-Existe para dar cierta seguridad al inversionista. Sí hablamos con nuestros stakeholders, o sea los inversionistas, otras empresas que actúan en el mercado, y valoran esta seguridad que tienen, en caso de alguna disputa, de poder recurrir a ello.
-¿Es muy distinto el ISDS contenido en el TLC Chile-Australia del que está en el CPTPP [sigla oficial del Tratado Transpacífico]?
-Es muy parecido.
-Entonces, si el Gobierno chileno le pide a Australia, a través de una side letter, que excluya a Chile de ese mecanismo en el CPTPP, ¿cuál sería el problema de aceptarlo?
-Sí lo han pedido y sí lo estamos considerando. Pero es importante mencionar que un tratado es un conjunto de 20 capítulos donde se ven reglas de origen, comercio en bienes, servicios, inversiones, compras públicas. En fin, hay un montón de temas. Una cosa es si es necesario tener [ISDS] en ambos tratados, pero otra cosa en la que hay que pensar es cuáles serían las implicaciones si decimos que sí. Chile firmó el tratado: ¿qué implicaciones podría tener eso en las negociaciones con otros países que quieran entrar en el futuro? ¿Cuáles serían las implicaciones si hay un cambio de gobierno en otro país, y ese nuevo gobierno dice “sabe qué, no nos gusta esta parte”?
-Perú podría pedir lo mismo, México también…
-U otra cosa. Ese es el tema. Lo estamos considerando, pero no solo desde la perspectiva de que necesitamos el ISDS en este tratado y en el TLC bilateral, o si basta uno. Esa es una perspectiva, pero hay muchas otras consecuencias posibles en el futuro.
-El viceministro de Relaciones Exteriores de Australia, de visita en Chile, dijo que la side letter podría tardar meses en evaluarse. Pero el Gobierno del Presidente Boric ya anunció que de aquí a fin de año ratificará el TPP11. ¿Esos meses que podría tardar Australia serían innecesarios dado que el Gobierno de todas maneras va a ratificar?
-Lo dijo el viceministro [Tim] Watts y es algo que yo he dicho también: estamos considerando la solicitud del Gobierno de Chile. Yo estuve en el evento de Sofofa [el miércoles], escuché las palabras del Presidente y recibimos esa noticia como algo muy bienvenido. A pesar de lo que ha dicho el Gobierno de que la intención es ratificarlo prontamente, de todas maneras seguiremos viendo la solicitud.
-¿Cree que puedan tener una respuesta antes de fin de año?
-He hablado de muchos meses. No va a ser posible de aquí a fin de año.
-¿Habrá coincidido usted en las negociaciones del TPP con Kazahisa Shibuya, el actual embajador de Japón en Chile y también negociador de ese tratado?
-No con él. Yo participé en los primeros dos años de la negociación. Él estuvo en la última parte. Pero lo conozco muy bien.
-Él nos decía: “Sin el TPP, no creo que muchas compañías quieran invertir más en Chile”. ¿Coincide con él?
-Los inversionistas tienen que tomar en cuenta una variedad de factores. En el caso nuestro, las diferencias no son tan grandes entre el CPTPP y el TLC bilateral en tema del ISDS. Pero la ratificación del TPP11 brindaría una seguridad adicional a nuestras empresas.
-Japón le dijo que no a Nueva Zelandia cuando le planteó su side letter, pero Australia le dijo que sí. ¿Qué hay de distinto entre Nueva Zelandia y Chile?
-Nueva Zelandia lo pidió antes de firmar el tratado. Eso fue parte de la negociación. Y lo otro es que el primer TLC que Australia firmó entró en vigor en 1983 [con Nueva Zelandia]… Hay una integración muy profunda entre los dos países. Hay una similitud en los sistemas jurídicos, entre nuestras historias. La side letter que firmamos con Nueva Zelandia, en el contexto del TPP11, siendo antes de que ellos firmaran el tratado y fue parte de la negociación, sí hace referencia al acuerdo Closer Economic Relations (CER), de 1983.
-¿Es importante para el actual gobierno australiano el mecanismo de ISDS? Hay toda una discusión en la Unión Europea acerca de cambiar estos centros arbitrales y llevarlos a un estilo distinto de resolución de disputas…
-Desde el punto de vista de tener la posibilidad de levantar una acción jurídica, se trata de la decisión de una empresa. Nosotros hablamos con nuestras empresas y sí valoran la existencia del ISDS entre los dos países.
El embajador de Japón estaba hablando justamente del TPP, pero en el contexto de certidumbre para las empresas es importante mencionar que hay otros temas que pueden influir en las decisiones de los inversionistas australianos.
-¿Como cuáles?
-Como el proceso constituyente. En un momento, durante el proceso de la redacción de la Constitución que no fue aprobada el 4 de septiembre, había ideas que no llegaron hasta el borrador, pero eso crea ciertas dudas o incertidumbre.
-En relación con el nuevo proceso constituyente, ¿hay más tranquilidad ahora entre las empresas inversionistas?
-Yo creo que sí.
-¿Cuánta inquietud hay por el nuevo royalty minero que se discute en el Congreso, entre las mineras australianas, como BHP Billiton o Rio Tinto?
-Tenemos una cantidad de empresas australianas que han invertido en el sector minero chileno. También hay muchas empresas que ofrecen servicios, tecnologías en ese sector. Les importa. Es algo [debate por el royalty] que estamos siguiendo de cerca. Estoy consciente de que en los últimos días el Gobierno ha presentado nuevas modificaciones al proyecto de royalty; vemos como una buena señal los ajustes que han hecho a la estructura de la propuesta.
Noto que ha sido una prioridad para este Gobierno que una parte importante de lo recaudado se destinará a las regiones, a las comunidades mineras. Si bien estos ajustes son bienvenidos, queda por ver cuál va a ser la carga tributaria final sobre la minería. Hemos visto en estos días diferentes cifras, pero estoy de acuerdo con muchos comentaristas que hablan de lo importante de que la carga tributaria esté en el mismo rango que los otros países cuando Chile defina cuánto será el royalty.
-La chilena SQM invierte en Australia, en litio. ¿Hay empresas australianas que inviertan en Chile?
-Hay una empresa australiana que tiene inversiones en litio en Chile, Lithium Power International (51% de Minera Salar Blanco en el Salar de Maricunga). No pienso en ninguna otra en este momento. SQM tiene un joint venture muy grande con una empresa australiana, llamada Westfarmers. Es un proyecto de litio en Australia occidental y están viendo otros proyectos en Australia occidental y en otras partes de Australia.
Es superinteresante ver empresas chilenas invirtiendo en minería, en energía. Es algo muy bienvenido. Es importante para que Chile entienda eso: que en el caso del ISDS, no es solamente que los otros países puedan tomar acciones. Si una empresa chilena piensa que no ha sido justo el trato, existe esa posibilidad.